La peregrinación fue opacada por dos incidentes graves ocurridos en el estado de Tlaxcala
Miles de fieles continúan recorriendo largas distancias rumbo a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, en una tradición que combina fe y sacrificio. La devoción hacia la Virgen de Guadalupe impulsa a los peregrinos a emprender su camino para agradecer milagros o pedir por sus necesidades, en una jornada llena de espiritualidad y esperanza. Sin embargo, esta tradición también está marcada por riesgos en las carreteras.
Este miércoles 11 de diciembre, la peregrinación fue empañada por dos incidentes graves ocurridos en el estado de Tlaxcala. En el municipio de Panotla, un camión de carga atropelló a varios peregrinos que transitaban sobre la autopista Tlaxcala-Texmelucan. En este accidente, dos personas resultaron lesionadas y fueron trasladadas de inmediato a un hospital gracias al apoyo de los cuerpos de emergencia.
Horas más tarde, otro incidente tuvo lugar en la carretera Tlaxcala-Texmelucan, a la altura de Tecoac, Ixtacuixtla, donde un camión tipo torton arrolló a tres peregrinos, quienes también sufrieron lesiones y recibieron atención médica.
Estos hechos subrayan los peligros a los que se enfrentan los peregrinos en su travesía, donde la fe y la vulnerabilidad se entrelazan en las carreteras. A pesar de los riesgos, la ferviente devoción hacia la Virgen de Guadalupe continúa movilizando a miles de personas, quienes año con año mantienen viva esta importante tradición religiosa.
Las autoridades han hecho un llamado a los conductores y peregrinos para extremar precauciones y evitar más tragedias en el camino hacia la Basílica de Guadalupe.