Se acerca la temporada navideña y para las personas quienes padecen migraña podría no ser todo celebración ya que algunos elementos típicos de la temporada pueden detonar cefaleas dolorosas.
A estas personas les resulta difícil controlar los desencadenantes comunes en esta época del año y, por lo tanto, les resulta complicado sobrellevar los síntomas de este trastorno, sobre todo si se produce un ataque mientras se está fuera de casa.
Es de señalar que la migraña es una enfermedad debilitante que tiene un importante efecto en la calidad de vida de las personas, y durante estas fiestas que se avecinan existe una mayor frecuencia e intensidad de las migrañas.
Por ello, es importante que los pacientes tengan bien identificados los principales detonantes de episodios de migraña que abundan durante los festejos decembrinos.
Comidas o cenas: Entre los alimentos comunes pueden detonar la migraña se incluyen las carnes procesadas, el queso y el chocolate. El alcohol, en particular el vino tinto, también es un desencadenante habitual.
Reflejos navideños: Las luces brillantes o intermitentes también pueden dar paso a un episodio.
Viajes: Las vacaciones pueden provocar una amplia gama de desencadenantes de migraña, como el estrés, las alteraciones del sueño, los vuelos (por ejemplo, la altitud del avión), los cambios de horario o de rutina.
Velas, aromas y perfumes: Muchas personas son sensibles a los olores fuertes. Durante las fiestas, por ejemplo, se pueden quemar velas perfumadas o regalar perfumes o colonias.
Reuniones sociales: La música o las conversaciones en voz alta pueden contribuir a las crisis de migraña. Los actos sociales también pueden alterar el sueño, que es otro desencadenante.