El bordado de pepenado es una técnica artesanal emblemática de San Juan Ixtenco, refleja la rica herencia cultural de la comunidad otomí.
Esta técnica se desarrolló después de la Conquista española, aunque tiene raíces prehispánicas en la puntada conocida actualmente como “aplastada” o “satín”. El término “pepenado” proviene del otomí “hwání”, que significa “escoger”, y se refiere al proceso de seleccionar y coser pliegues en la tela, creando diseños intrincados.
El pepenado se realiza sobre tela de algodón, donde las artesanas utilizan agujas para crear patrones que representan elementos de la flora, fauna y símbolos significativos para la comunidad, como el águila bicéfala, asociada a la dualidad presente en las mayordomías y la configuración espacial del municipio. Las blusas y ceñidores elaborados con esta técnica son reconocidos por su complejidad y belleza.
El bordado de pepenado es más que una expresión artística; es un medio de transmisión de conocimientos y tradiciones de generación en generación. Las mujeres de Ixtenco han preservado y adaptado esta técnica, incorporando nuevos diseños sin perder la esencia ancestral. En 2019, el Congreso del Estado de Tlaxcala declaró al bordado de pepenado como Patrimonio Cultural Inmaterial, reconociendo su valor cultural y la dedicación de las artesanas de Ixtenco.