En Tlaxcala, el mes de enero es sinónimo de tradición, convivencia y el inigualable sabor del mole tlaxcalteca. Como parte de las celebraciones patronales, cada domingo, distintas comunidades y municipios abren sus puertas a familiares, amigos y visitantes, compartiendo uno de los platillos más emblemáticos de la región: el mole.
Esta tradición no solo se vive al interior de los hogares, donde los anfitriones reciben con calidez a sus seres queridos, sino que también se extiende a las calles, con ferias llenas de colores, música, danzas, y actividades culturales y artísticas que atraen a personas de toda la región y estados vecinos.
El calendario de celebraciones de este año inicio el 01 de enero en Ocotlán, el 03 de enero en San Juan Totolac y el 06 de enero: Los Reyes Quiahuixtlán en San Juan Totolac.
Los “moles” en puerta son el próximo 12 de enero en Santa Cruz Guadalupe en Chiautempan, el 17 de enero en San Antonio Abad en Acuamanala, Coaxomulco y San Antonio Tizostoc en Ixtacuixtla, mientras que el 20 de enero en San Sebastián Atlahapa y el 21 de enero Santa Inés Zacatelco y Santa Inés Tecuexcomac en Ixtacuixtla.
Le sigue, el 22 de enero en San Vicente Xiloxochitla en Nativitas, el 23 de enero en San Ildefonso Hueyotlipan y por último el 31 de enero en Belén Atzitzimititlán en Apetatitlán.
Cabe resaltar, que estas fechas son los días exactos de las fiestas patronales pero la tradición de la comida se celebra al domingo siguiente de esa fecha, cada una de estas festividades tiene un carácter único, pues además de la gastronomía, los asistentes pueden disfrutar de procesiones religiosas, conciertos, danzas tradicionales y una amplia oferta de entretenimiento cultural y artístico.
El mole tlaxcalteca, preparado con recetas que han pasado de generación en generación, es el eje central de estas celebraciones, y su sabor, acompañado de arroz, tortillas recién hechas y tamales, refleja la riqueza culinaria de Tlaxcala.
Estas fiestas patronales no solo fortalecen los lazos comunitarios, sino que también destacan la hospitalidad y la identidad cultural de Tlaxcala, posicionándola como un destino ideal para quienes buscan vivir tradiciones auténticas en un ambiente festivo y lleno de sabor.