Con motivo de la reciente reapertura del Museo Nacional de Antropología
Tlaxcala destacó por su invaluable aportación cultural al presentar dos elementos emblemáticos de su identidad: el pulque, conocido como la “bebida de los dioses,” y los cuadros elaborados con semillas de maíz, una tradición artesanal originaria de San Juan Ixtenco.
El pulque, resultado del meticuloso trabajo en los magueyes y de técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación, fue uno de los grandes protagonistas. Esta bebida no solo representa la conexión de Tlaxcala con sus raíces prehispánicas, sino también su capacidad para mantener viva una tradición que sigue siendo parte de la vida cotidiana en sus comunidades.
Por otro lado, los cuadros con semillas de maíz, realizados por artesanos de San Juan Ixtenco, capturaron la atención de los asistentes por su singular belleza y profundo simbolismo. Cada pieza, hecha a mano con maíz en sus diversas tonalidades, narra historias y refleja la cosmovisión de los pueblos originarios, resaltando la riqueza agrícola e histórica del estado.
Gracias a esta destacada participación, Tlaxcala reafirma su lugar como cuna de saberes milenarios, preservados y celebrados en sus 60 municipios. Además, la presencia del estado en este evento de relevancia nacional no solo fortalece su proyección cultural, sino que también impulsa el reconocimiento de sus tradiciones como un tesoro vivo que merece ser compartido y valorado en todo México y el mundo.
El Museo Nacional de Antropología, uno de los recintos más importantes del país, brinda ahora a sus visitantes la oportunidad de acercarse al patrimonio tlaxcalteca, mostrando cómo este pequeño estado sigue dejando una gran huella en la historia y la cultura nacional.