El programa producción para el bienestar es un modelo de política pública eficaz debido a su diseño innovador
El programa Producción para el Bienestar superó las expectativas de cobertura, impacto económico y transformación social, ya que benefició directamente a productoras y productores de pequeña y mediana escala en las 32 entidades del país.
Este esfuerzo, considerado histórico, permitió entregar apoyos económicos mediante transferencias electrónicas directas, lo que eliminó a los intermediarios y garantizó una distribución puntual y transparente de los recursos.
El programa, que ya cumplió seis años de operación y continuará con el respaldo de la política del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, contó con una inversión superior a los 15 mil millones de pesos para impulsar la producción de cultivos estratégicos.
Entre ellos, se encuentran maíz, frijol, trigo, arroz, amaranto, chía, caña de azúcar, café, cacao, nopal y miel, con el fin de avanzar hacia la soberanía alimentaria, que es el objetivo principal del gobierno y debe reflejarse en los estados y su población.
Estos cultivos también representan una fuente clave de sustento para miles de familias productoras, lo que refrenda el compromiso con las personas productoras de pequeña y mediana escala del campo mexicano.
Los recursos se destinaron a la adquisición de insumos agrícolas, herramientas, semillas mejoradas y al fortalecimiento de la infraestructura, lo que impacta directamente en la mejora de los rendimientos de los cultivos apoyados.
El programa Producción para el Bienestar es un modelo de política pública eficaz debido a su diseño innovador, transparencia en la ejecución e impacto medible, lo que, a su vez, logra que los recursos públicos generen un impacto transformador en las familias productoras mexicanas.