Por: Citlali Rosas Jiménez

Paleontología: La otra parte del pasado en México.

A través de documentales, series de televisión, noticias e incluso, películas, tenemos referencia de la existencia de animales y plantas que habitaron la Tierra hace millones de años, correspondientes a una temporalidad en donde aún no estaba presente el ser humano.

De igual forma, en este tipo de referencias, identificamos otra era, de hace miles de años, en donde el ser humano se desenvolvió en los entornos naturales ocupados al mismo tiempo por las últimas especies de megafauna y por el desarrollo innato de prototipos de plantas que fueron cruciales para la existencia de la vegetación actual.

Regularmente los escenarios que se nos presentan se ubican en otros puntos del continente americano o incluso del otro lado del mundo, diferente al de nuestro país.

Sin embargo, la historia de la investigación paleontológica mexicana, ha evidenciado el hecho de que éste tipo de seres vivos también se situaron en nuestro territorio.

¡Así es! En nuestro país hay evidencia paleontológica de organismos biológicos desde la Era Paleozoica hasta el Periodo Cuaternario, es decir, de al menos  400 millones de años a 12 mil años de antigüedad. Con la presencia de las primeras algas pasando a los helechos y a las plantas, como a las plantas con semillas y a los árboles.

E igualmente con evidencia desde el desarrollo de los vertebrados y de esqueletos externos articulados, a la aparición de los anfibios, reptiles, insectos y mamíferos; como al desarrollo de aves, mamíferos y reptiles de gran tamaño, en el que se incluyen a los famosos dinosaurios.

Y de las etapas de aparición de los primates, como la evolución o extinción de las especies de anfibios, reptiles, insectos, aves y mamíferos. Y finalmente, con vestigios del desarrollo de los homínidos y extinciones de la megafauna.

Así bien, en el interés de estudio hacia este tipo de evidencia de biodiversidad, y a la aparición de la rama de estudio científica en el siglo XVIII, denominada finalmente como Paleontología en el siglo XIX;  México crearía dependencias de interés científica para la reconstrucción de la historia de vida a través de los restos fósiles de los seres vivos que habitaron nuestro territorio hace miles o millones de años.

En el entendido de que los fósiles son los restos orgánicos conservados y adheridos a rocas sedimentarias, o en su caso son el rastro de actividad de dichos seres, plasmados como huellas o impresiones en dichas sedimentaciones.

De tal forma que, en 1868 se fundó la Sociedad Mexicana de Historia Natural, en 1886 se crea la Comisión Geológica que dio pasó además al estudio de la geología territorial, y dos años después, en 1888 se creó el Instituto geológico Nacional. Mientras que en 1904 se creó la Sociedad Geológica Mexicana, que para 1929 se convirtió en el Instituto de Geología al incorporarse el Instituto Geológico Nacional de la UNAM; en 1909 se crea el Museo de Historia Natural.

Y finalmente para 1939 se creó el Instituto Nacional de Antropología e Historia, conformando específicamente un Departamento de Prehistoria para su atención en 1952. Que en continuidad, las labores paleontológicas formarían parte del área de Conservación del Patrimonio Cultural como del área de Arqueología en el INAH en las últimas décadas.

Alcanzando la creación de un primer grupo académico en 1994 denominado Consejo de Palentología, cuya conformcaión se mantuvo activa hasta el año 2000, reactivandose en el año 2017.

Por otra parte, en materia de regulación normativa y legal, a partir de 1986 le fue atribuido unicamente al INAH su jurisdicción. Debido a que se estableció que la evidencia paleontológica también formaba parte de los bienes patrimoniales de la Nación. Y por tanto, se otorgó la facultad regulatoria encaminada a la conservación y protección de la evidencia paleontológica, además de su investigación y difusión.

No obstante,y bajo la regulación establecida, el Departamento de Paleontología del Instituto de Geología de la UNAM también lleva a cabo estudios de carácter paleontológico en el país.

Así el estudio del patrimonio paleontológico a través de todos los años mencionados, y hasta la actualidad, ha permitido identificar fósiles en el área de la Ciudad de México, en el área Puebla, Veracruz; así también en los Estados de México, Hidalgo, Michoacán, Sonora, Durango, Coahuila, Nuevo León, Guanajuato, Veracruz, Baja California, Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas, San Luis Potosí, Queretaro, Aguascalientes, Oaxaca y Tlaxcala. Correspondientes a una diversidad de seres vivos que habitaron desde la Era Paleozoica hasta el Periodo Cuaternario como ya se ha mencionado.

Hoy en día y como parte de la difusión del patrimonio paleontológico de México, existen exposiciones locales en los Museos de Geología e Historia en los lugares en donde se han localizado restos fósiles, como es el caso del Museo Paleontológico de Santa Lucía, Estado de México.

O que se establecen en los lugares de estudio, como el Museo del instituto de Geología de la UNAM, en la Ciudad de México.

Asimismo, en este siglo, como parte de la reactivación y el ordenamiento de la investigación paleontológica en México, se dio apertura a la primera Zona Paleontológica del país, ubicada en Rincon Colorado, Coahuila. Un contexto que permite apreciar fosiles correspondientes a huellas de diversos tipos de dinosaurios que datan con 72 millones de años de antigüedad.

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