A lo largo de la historia se cuentan versiones distintas sobre la historia de Tlahuicole
Para la entidad tlaxcalteca, Tlahuicole (El de asa de barro) es uno de los guerreros más representativos y en casos particulares, se lleva el título de «Héroe», debido a su fuerza inigualable, valentía y coraje.
Tlahuicole, nació en el siglo XVI y fue un guerrero Otomí que ganó su fama y respeto gracias a su desempeño en el combate y su participación durante las guerras floridas en donde en una de las tantas batallas, el tlaxcalteca sería capturado por los mexicas y presentado ante el Tlahtoani de Tenochtitlán, Moctezuma.
Con ello, la historia cuenta que Moctezuma le mostró un respeto total y lo honró permitiéndole comandar una parte del ejército mexica, a lo que Tlahuicole aceptó y con ello se ganó la fama, el respeto y hasta temor de los enemigos.
Sin embargo, llegó un momento en donde el Tlahtoani de Tenochtitlán le ofreció su libertad, misma que Tlahuicole rechazó y solicitó morir como aquellos guerreros valientes; de esta forma terminaría enfrentándose a guerreros Águilas y Tigres bien armados, batalla en la que Tlahuicole lograría matar a ocho hombres y herir a más de 20 para luego perecer y ser sacrificados ante Huitzilopochtli.
Aunque, se cuentas varias versiones, incluida una en donde a Tlahuicole le fue concedida su libertad, misma que uso para llegar hasta Tlatelolco en donde acabaría con su propia vida tras arrojarse de la Pirámide Mayor. Sea cuál sea la verdad, el legado y las historias alrededor del «Hércules Mexicano» prevalecen y muestra de ello es «El Tlahuicole» que se ubica en la avenida Independencia y que se ha vuelto un símbolo emblemático de Tlaxcala.