Por Erika Nava
Corte mariposa: Este fue un corte famoso en los años 70, con capas que caen sobre el rostro en un favorecedor efecto de conturing. En el corte mariposa no puede faltar un flequillo, abierto y espeso, que se funde con el resto de las capas. Este flequillo puede variar su largura, desde uno tipo cortina que se adapta perfecto al corte. Este corte se ve de manera fabulosa en varias formas de rostro, pero es particularmente favorecedor en caras ovaladas y alargadas, ya que las capas aportan un marco que suaviza las facciones y da más volumen en los laterales.
Long bob: Esta variante del corte bob está definida como una media melena que en la parte final se va alargando, terminando con la característica curva. Esto hace que la cara no quede tan redonda y que la curvatura se encuentre a la altura por encima de los hombros, marcando mucho más la mandíbula y haciendo un corte tanto para caras redondas como cuadradas.
Shaggy: Es un corte con capas muy evidentes, muy cortas y finas, que aporta un estilo
descuidado. Va bien tanto para cabello liso como rizado, siempre que la longitud y el balance sean más armónicos.
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