Tlacuilotla y su devoción al Señor de Tlacuilotzi
En el sur del estado de Tlaxcala, en la Sección Primera del municipio de Zacatelco, se encuentra el histórico Barrio de Tlacuilotla, un lugar donde la fe y la tradición se entrelazan en torno al Señor de Tlacuilotzi, una figura de Jesús en tamaño real que ha sido venerada por generaciones.
La historia de esta devoción se remonta a varias décadas atrás, cuando cada Miércoles de Ceniza se celebraba su festividad. Sin embargo, con la edificación de la capilla dedicada al santo patrono en este barrio, la celebración fue trasladada al Primer Viernes de Cuaresma, consolidándose como una de las festividades religiosas más importantes de la comunidad.
El Señor de Tlacuilotzi estuvo originalmente resguardado en una pequeña ermita, la cual fue cerrada y abandonada durante la época Revolucionaria. Con el paso de los años, la construcción quedó en ruinas, por lo que una mujer originaria del barrio, movida por la devoción y el temor de perder la imagen sagrada, la tomó entre sus manos, la envolvió en su rebozo y la llevó cargando hasta la parroquia de Santa Inés Zacatelco. Ahí, el Señor de Tlacuilotzi permaneció por muchas décadas en un pequeño altar, hasta que fue reconocido formalmente como el Santo Patrono del Barrio de Tlacuilotla, de la Sección Primera de Zacatelco.
Actualmente, la festividad inicia con las tradicionales mañanitas en honor al santo patrono, seguidas de una solemne procesión por las principales calles de la Sección Primera. La celebración culmina con una misa de Tres Ministros, acompañada por el estruendo de los cohetes, la música festiva de una Banda de Viento, así como la participación de coros y rondallas que llenan de alegría y fervor esta celebración, reafirmando la profunda fe de los habitantes de Zacatelco en su santo protector.




























