Celebran en Tlaxcala el “Reparón Literario”, un encuentro lúdico y creativo para fomentar el amor por los libros

Con una mañana soleada como escenario y el jardín del Palacio de Cultura de Tlaxcala como punto de encuentro, este jueves se llevó a cabo el “Reparón Literario”, una jornada cultural y formativa organizada por el Museo Miguel N. Lira y La Colmena: Centro de Tecnologías Creativas.

El evento reunió a un grupo de estudiantes de sexto grado de la escuela primaria Manuel Lardizábal, quienes participaron entusiastamente en una serie de talleres dedicados a la reparación, encuadernación, lectura y creación artística a través de medios tradicionales y digitales.

En esta edición se desarrollaron actividades paralelas como lectura coral, presentaciones de libros, videojuegos y animaciones, ampliando el alcance de esta iniciativa creativa en torno al libro y la literatura.

Durante el encuentro, niñas, niños y jóvenes participaron en dinámicas como Pop Up, animación a la lectura y encuadernación artesanal, acompañados por un equipo de especialistas compuesto por Luis Jesús García, Edna Osiris, Elisa Anaya, Mariana Vega y Maluc Vázquez, quienes ofrecieron su experiencia y creatividad para acercar a las infancias al mundo de la lectura desde múltiples lenguajes expresivos.

Además, se presentaron las obras Dadá za e Inés y sus monedas, desarrolladas por Stone Games y la escritora Fabiola Carrillo Tieco, las cuales fusionan literatura e interacción digital. También se compartieron títulos de la colección Protagonistas, escritos por Raúl Lozada y Enrique Chávez, que abordan temáticas de identidad y patrimonio cultural de forma accesible para el público infantil y juvenil.

Luis García, uno de los promotores del evento, explicó que el Reparón Literario tiene como propósito reconectar a las nuevas generaciones con el libro como objeto vivo. “La idea es que los niños entiendan que un libro también se puede curar, cuidar y reinventar. Eso genera un vínculo emocional con la lectura mucho más profundo”, señaló.

El entusiasmo de los participantes fue evidente durante toda la jornada. “Me gustó mucho hacer mi propio libro, le puse dibujos, recortes y hasta una historia de miedo que inventé”, expresó Valeria, una de las estudiantes asistentes. “Nunca había hecho uno así. Ahora quiero hacer más en mi casa con mi hermano”.

Por su parte, Edna Osiris destacó la importancia de este tipo de espacios para estimular la imaginación desde una perspectiva sensorial y afectiva. “Cuando los niños tocan el libro, lo arreglan, lo transforman, se convierten en sus autores y cuidadores. Ese es el primer paso para que también se conviertan en lectores de por vida”, comentó.

La jornada cerró con una exposición colectiva de trabajos realizados por los asistentes y una lectura al aire libre, en la que los propios estudiantes compartieron cuentos e invenciones literarias creadas durante los talleres.

Impulsado por La Colmena y el Museo Miguel N. Lira, este tipo de iniciativas fortalecen el tejido cultural desde la infancia, combinando tecnología, arte y tradición para escribir una nueva historia en torno al acceso a la cultura.

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