SANACIÓN EMOCIONAL
¿RECUERDAS?
«EL ORO NO SE TIRA, SOLO PORQUE ESTÉ CUBIERTO DE POLVO».
Nada que nos dé una enseñanza puede ser desechado: así pasen los años.
¿Recuerdas las palabras de la Abuela, de Mamá o de Papá?
En los años 50’s a los 90’s, se considera la Época de Oro en nuestra sociedad mexicana, aún y a pesar de que las formas de educar eran tan diferentes.
Lejos de los celulares y del Facebook, era el tiempo donde Mamá era la responsable de controlar y educar a los hijos, y donde a las hijas no se les hablaba de los temas tabú. Entonces había muchas restricciones y no había permisos fáciles para ir a fiestas o a la disco (ahora son antros).
¿Recuerdas que con solo una mirada de Mamá entendías que te comportabas bien o ibas a tener grandes problemas?
Sí, se asistía a alguna reunión donde solo participaban los adultos, tú solo tenías derecho a estar sentado y callado, y si se te ocurría opinar, la mirada de Mamá te advertía que tan pronto estuvieran a solas ibas a recibir un castigo. Y se cumplía. Son de esas palabras: «te lo dije».
¡Ohh! ¿Recuerdas?… ¿Qué no lo vas a hacer?
Y Mamá sonreía con el cinturón o la vara en la mano, segura de tu obediencia. Y… lo hacías muy convencido. Y Mamá comentaba: «¿No que no lo hacías?»
¿Ya se te olvidó el tino de Mamá, que ya quisiera el mejor arquero?
Cuando Mamá se quitaba la chancla y de que daba en el blanco, daba. Porque a donde te cayera, y nada de que te quejaras, porque volaba la otra.
Bastaba un grito, que era una orden a cumplir. ¿Cuál rebeldía?
Y cuando jugando te caías, te decía: «¡Levántese y sóbese! ¿Que no eres suficientemente hombrecito?»
Y cuando te enfermabas, con un té o con un remedio casero, te sanabas.
Ahora con los «niños de cristal», no puedes exigirles porque ya te leen sus derechos humanos. Y si los corriges fuertemente, ya requieren de psicólogo o hasta de terapia.
Actualmente, para los padres es toda una hazaña que sus hijos obedezcan y respeten. Antes, las mamás disciplinaban con exigencia y rigor, sin miedo a que el hijo o hija se sintieran mal debido a una palabra que les decía: «tenemos que dar buenas cuentas».
Ahora los hijos manipulan y chantajean. Antes era: «¡Te lo comes! Es lo único que hay».
Ahora: «Si no te gusta, hijo, voy por tu pizza».
Quizá la psicología moderna no esté muy de acuerdo, sin embargo, muchos de ellos lograron alcanzar su profesión gracias a la exigencia y disciplina.
Inolvidables esos tiempos.
Danos tu comentario u opinión.
Conferencias de Superación Personal.
Atrévete a compartir esta enseñanza en bien de las generaciones futuras.
ÁNGEL MORALES
246 116 40 47