Priístas en Tlaxcala aseguraron que acudirán al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para impugnar la elección extraordinaria y así demandar la nulidad de la elección judicial del pasado 5 de junio.

Esta impugnación la habrán de presentar en tiempo y forma una vez que el INE formalice los cómputos y declare la validez de las elecciones tanto de ministros, magistrados y jueces, en la forma de un juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano.

En términos generales, su planteamiento girara en torno a la evidente vulneración de principios constitucionales en el marco de este proceso electoral, que lejos de fortalecer el Estado de Derecho, terminó configurando un montaje que disfrazó de participación ciudadana lo que en realidad fue una imposición orquestada desde el poder.

En ese sentido, argumentaron que la creación, elaboración, difusión y entrega de los llamados «acordeones» enmarcaron la publicidad de propaganda electoral indebida que vulneró la integridad de todo el proceso, al violentar la libertad del voto y generar un contexto generalizado de inequidad en la contienda.

“Estos acordeones implicaron la puesta en práctica de una estrategia perversa en todo el país que, en su implementación, antes y durante la jornada electoral, tuvo la clara intención de inducir indebidamente el voto de las y los mexicanos, generando una ventaja indebida en favor de las candidatas y candidatos favorecidos por el régimen”.

Y es que, consideraron, los resultados hablan por sí solos y la manipulación salta a la vista. Los candidatos promovidos en los acordeones son los que precisamente resultaron favorecidos con la mayor cantidad de votos, ni uno más ni uno menos.

“Esto deja de manifiesto la clara y evidente vulneración de los valores constitucionales que tutelan el derecho de las y los mexicanos a votar en elecciones libres y auténticas, mediante la articulación de mecanismo sistemático de manipulación electoral, lo cual constituyó una ruptura total del principio de piso parejo en el ámbito electoral”.

Refirieron que los acordeones enmarcaron una forma sofisticada de inducción ilegítima al voto, al orientar de manera premeditada la voluntad de las y los mexicanos. Aún más grave es que en zonas marginadas se reportó, lo cual tenemos plenamente acreditado, la entrega de los acordeones junto con apoyos sociales, lo que constituye coacción directa y clientelar.
Asimismo, refirieron que se trató de una elección que contó apenas con un porcentaje de votación válida ciudadana de alrededor del 12 por ciento, de lo cual deriva la invalidez de sus resultados a la luz de principios constitucionales.

Esto, al sostener que la baja participación ciudadana fue consecuencia directa de irregularidades graves y de la falta de condiciones que hubiesen garantizado el ejercicio libre y seguro del sufragio por parte de la ciudadanía, en el marco de recortes.

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