SANACIÓN EMOCIONAL
LA JUVENTUD: UN COMPROMISO CON EL FUTURO
Ante los tiempos tan difíciles que enfrentamos, es necesario hacer una reflexión muy profunda acerca de lo que tienen en sus manos todos los jóvenes en la actualidad. No sólo es un compromiso consigo mismos; también lo es con su generación, con la sociedad en general y ante la nación.
Son demasiados los problemas que se enfrentan y, lo más difícil, es cómo enfrentarlos y cómo darles solución. El compromiso inicia desde la niñez, y este es un principio básico que, a futuro, traerá grandes beneficios. Todo comienza con el respeto a los padres, respeto a la jerarquía que estos representan y que será uno de los sustentos básicos de la familia, lo cual tendrá gran importancia en el porvenir.
Los tiempos exigen cada vez mayores esfuerzos y atenciones prioritarias.
No sólo se enfrentan conflictos de inseguridad nacional, sino también internacionales, como los actos bélicos entre Israel e Irán, o Rusia y Ucrania.
Esto no solo pone en riesgo la paz mundial, sino también la paz y el desarrollo de las naciones, y por ende, de la juventud.
Las acciones que se tomen en este momento y la actitud con la que se enfrenten estas situaciones son las que harían posible un cambio y transformación del mundo.
Si consideramos que los jóvenes de entre 18 y 24 años son la mayor población mundial y representan el futuro del planeta, debemos ser conscientes de que tienen la oportunidad de cambiar generaciones.
En estos momentos, enfrentamos una realidad muy fuerte y dolorosa: el conflicto mundial puede crecer a pasos agigantados ante las decisiones del país más poderoso del mundo, Estados Unidos de América, que, sin miramientos y sin respeto por la tranquilidad humana, parece tener las peores intenciones de generar inestabilidad mundial. Esto pone en riesgo la vida de millones de personas y, principalmente, de su propia juventud, que, si bien ha decidido ser parte de un ejército, no necesariamente tiene en mente que toda su juventud y futuro pueden perderse, no sólo por defender a su país, sino por cumplir los actos de soberbia y arrogancia de personajes que creen tener el derecho de terminar con vidas y posibilidades de paz; enviándolos, sin miramientos, a exponer sus vidas, con la posibilidad de perder sus sueños.
Esperamos que los gobernantes involucrados en estos conflictos puedan detener, a tiempo, lo que puede convertirse en una guerra de gran escala. Que entren en conciencia y permitan encontrar soluciones que, aunque parezcan difíciles, pueden ser posibles si se actúa con el deseo de recuperar la paz y la tranquilidad.
En países como el nuestro, es necesario que la juventud reflexione y aprenda a valorar el país que tenemos. Si bien existe una problemática de inseguridad, violencia general y violencia familiar, es momento de hacer un alto y valorar la paz que podemos recuperar. Esa paz puede darnos la oportunidad de sostener una sociedad que continúe brindando oportunidades a las generaciones venideras.
El compromiso de la juventud es el respeto hacia sí mismos y hacia la sociedad en general. No se trata solo de discursos que intentan guiar, sino de hechos que conduzcan a las grandes masas hacia oportunidades que les permitan continuar con su preparación académica o comercial, fomentando ideas de desarrollo y crecimiento.
¿Por qué no pensar que algún joven o alguna joven pueda lograr descubrimientos que nos lleven a sistemas políticos más justos para la sociedad y la paz mundial? O bien, alguien que tenga la capacidad de crear soluciones para detener el calentamiento global. Siempre hay que pensar en positivo y permitir que la juventud muestre todo el talento y la capacidad que tiene para generar cambios físicos, psicológicos, químicos y biológicos en beneficio de nuestro mundo.
ÁNGEL MORALES, MOTIVADOR DE SUPERACIÓN PERSONAL
Conferencias en instituciones educativas.
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