El presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tlaxcala, Enrique Padilla Sánchez, consideró necesario voltear a ver la persecución política de la que es objeto, Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del partido tricolor.
Y es que expresó que Morena ha convertido al Estado en una herramienta de venganza y prueba de ello es la persecución contra Alejandro Moreno, que no es jurídica, sino política.
Amagues y amenazas infundadas, son la respuesta de un gobierno intolerante que no acepta ser exhibido por sus errores, sus omisiones y sus vínculos con el crimen organizado.
Aseguró que Alejandro Moreno ha denunciado lo que millones de mexicanos piensan: que Morena ha entregado territorios al narco y ha fallado en su deber de gobernar.
Recordó que, en marzo 2019, la recién conformada Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción, dirigida por María de la Luz Mijangos, inició numerosas indagatorias en sus primeros meses de operación, incluyendo una investigación formal contra Alejandro Moreno Cárdenas.
Sin embargo, tras una revisión exhaustiva de su situación financiera, declaraciones patrimoniales, cuentas bancarias y la documentación del Registro Público de la Propiedad, la Fiscalía concluyó que no existía «desproporcionalidad» ni evidencia suficiente para ejercer acción penal en su contra.
Por tanto, se dictó un «No Ejercicio de la Acción Penal», es decir, se le exoneró formalmente y no fue procesado por esos señalamientos.
El ataque a Alejandro Moreno no es un hecho aislado: es parte de una estrategia para debilitar a la oposición y amedrentar a quienes levantan la voz.
“No se trata solo de un dirigente político, se trata del principio mismo de la libertad. Si el gobierno usa instituciones como la FGR o el SAT, para castigar a quienes critican a Morena y sus integrantes, estamos frente a un abuso de poder”.



























