Andrea Lorenzo Gómez, ganadora del Premio Bellas Artes Tlaxcala 2025 en Lenguas Indígenas
En una ceremonia histórica celebrada en Tlaxcala, la escritora zapoteca Andrea Lorenzo Gómezrecibió el Premio Bellas Artes de Literatura Tlaxcala 2025 en Lenguas Indígenas por su obra Mejillas de durazno, escrita en la lengua indígena zapoteca. Esta primera edición del galardón, impulsada por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y la Secretaría de Cultura de Tlaxcala, busca reconocer y fortalecer la creación literaria en lenguas originarias como un acto de justicia y soberanía cultural.
Andrea Lorenzo, licenciada en Derecho y experta en pueblos indígenas, derechos humanos y cooperación internacional, es una “sembradora de historias” que ha llevado talleres y conferencias a comunidades, escuelas y espacios culturales dentro y fuera del país. Su escritura entrelaza la oralidad de las abuelas, el murmullo del monte y la sabiduría del maíz con la literatura contemporánea, construye puentes entre generaciones, lenguas y mundos. Su trayectoria incluye reconocimientos como el Premio en Narrativa en Lengua Zapoteca y una residencia artística en Canadá.
Durante la entrega del galardón, Haydeé Boetto Bárcena, del INBAL, destacó que este premio celebra la diversidad lingüística de México, donde más de la mitad de las 68 lenguas originarias están en riesgo de desaparecer. Señaló que Mejillas de durazno “construye un universo donde las mujeres resisten a la violencia, la pobreza y la soledad con la fuerza de la palabra y la memoria de sus ancestras”.
La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros subrayó que Tlaxcala se siente honrada de ser sede de esta primera edición, considerándola un acto de justicia histórica “Cada palabra en zapoteco, náhuatl o cualquier otra lengua originaria vive una cultura que nunca debe perderse. Este premio reafirma nuestro compromiso para que nuestras lenguas no solo sobrevivan, sino que florezcan”.
Por su parte, la secretaria de Cultura de Tlaxcala, Karen Villeda, recordó que “la mayor fuerza de México es la pluralidad” y que reconocer a creadores en lenguas originarias es fundamental para proteger y revitalizar el patrimonio lingüístico.
Con este galardón, Mejillas de durazno se consolida como una obra que no solo emociona por su belleza literaria, sino que también se erige como un acto de resistencia cultural, llevando la lengua zapoteca a un lugar visible y digno dentro del panorama literario nacional.