La hidrografía dentro del estado de Tlaxcala se encuentra mayormente conformada por el río Zahuapan, este se une al rio Atoyac para formar la cuenca más importante del estado, sumado a esto se tienen ocho presas y cuatro lagunas, así como también pequeños arroyos que se forman de manera temporal completando su superficie hídrica.
Cuando se habla de la superficie nacional se cuenta con múltiples lagos, que son extensiones que se conforman generalmente de agua dulce, que se queda en una depresión o cuenca, recargando la red hidrográfica sin juntarse con el mar.
Dentro del territorio mexicano, la mayor parte de los lagos existentes son de origen tectónico o volcánico, lugares como el lago de Tequesquitengo, en Morelos y el lago de Chapala en Jalisco son ejemplos de creación tectónica. Mientras que los volcánicos están en depresiones que se crearon a partir de erupciones como el lago de Catemaco, en Veracruz o casos particulares como el lago de Atexcac, en Puebla que se encuentra dentro del cráter de un volcán.
A pesar de que los lagos son una pieza vital para el equilibrio ecológico del planeta al realizar tareas como la sustentación de vida, almacenamiento de carbono, regulación del clima, abastecimiento de agua para consumo humano y el fomento de actividades recreativas y económicas, cuando estos objetivos se realizan sin el debido cuidado se les pone en riesgo.
México no es la excepción a este problema, pues muchos de los lagos existentes se encuentran en riesgo de sequía y contaminación. En el primer caso, las figuras más visibles son; el lago de Chapala, el lago Cuitzeo y el lago de Patzcuaro. En tanto, cuando se habla de contaminación, las estimaciones nacionales aseguran que un 70 por ciento de los lagos sufren de este problema a causa de las zonas agrícolas e industriales que los rodean.
Buscando proteger estos ecosistemas y concientizar respecto a su importancia el Programa para las Naciones Unidas para el medio Ambiente proclamó cada 27 de agosto como el Día Mundial de los Lagos.
