Gusanos de maguey, chapulines y hormigas son solo algunos de los insectos que nutren la tradición gastronómica mexicana y ofrecen soluciones sustentables
El chef profesional Izvack Zapata destacó que los insectos forman parte esencial de la dieta mexicana desde tiempos prehispánicos, mucho antes de la llegada de los españoles. Explicó que su uso es tan amplio que resulta imposible limitar las formas en que pueden incorporarse en la cocina, ya que cada región del país ha encontrado maneras propias de aprovecharlos.
En estados como Tlaxcala, Oaxaca, Morelos y Estado de México, el gusano de maguey se utiliza en preparaciones tradicionales que van desde gorditas y salsas hasta aderezos, mostrando la versatilidad de estos ingredientes.
De acuerdo con estudios de la UNAM, en México se han identificado alrededor de 549 especies de insectos comestibles, entre los que destacan los chapulines en sus diferentes variantes, el huevo de hormiga conocido como escamol, y la hormiga chicatana.
Zapata subrayó que más allá de su valor cultural, los insectos representan una opción sustentable y nutritiva, considerada incluso como alimento del futuro frente a los retos del cambio climático y la necesidad de buscar alternativas que garanticen seguridad alimentaria.
“Los insectos han sido y seguirán siendo parte fundamental de nuestra dieta, forman parte de nuestra identidad y riqueza gastronómica mexicana, y hoy son vistos como un ingrediente indispensable para innovar en la cocina y cuidar al planeta”, concluyó el chef.