Durante el 2019, en el mes de marzo, se presentó en la sala de cine Miguel N. Lira del estado un cortometraje animado titulado “Artes y Después”, donde se mostraron los aspectos culturales del estado.
Dentro del territorio nacional, los comienzos de la animación se sitúan en los años XX. Se atribuye a la industria del cómic, pues los artistas que impulsaban esta industria tras la aparición de la animación en México migraron rápidamente a este nuevo “territorio”, logrando su crecimiento y consolidación.
Un ejemplo de este panorama es el artista Juan Althernack, quien produjo la pieza de animación titulada “La Bruja”, elemento que continúa considerándose fundamental dentro del stop motion mexicano, pero cuya consolidación hubiera resultado imposible sin la experiencia previa de Althernack en la industria del cómic.
La técnica stop motion continúa brindando piezas increíbles en la actualidad para la industria de la animación mexicana, así se ha demostrado con el reciente estreno del filme “Soy Frankelda”. Este largometraje es considerado la primera película mexicana realizada completamente mediante la técnica de stop motion realizada por los hermanos Arturo y Roy Ambriz.
Obras como esta demuestran que, a pesar de que para muchos la época de oro de la animación mexicana terminó en 1973, numerosos estudios nacionales aún se encuentran trabajando en productos de calidad en este sentido, demostrando que México aún tiene grandes piezas que aportar a la animación mundial.
La animación es como una plastilina moldeable que permite a quienes desean crear mediante sus herramientas hacer prácticamente cualquier cosa que tenga lugar en su imaginación.
Y justamente para recordar la importancia de este modo de expresión, cada 28 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Animación, en honor a la primera proyección pública de cine animado, celebrado durante la misma fecha de 1892 y cuya pieza expuesta fue Pauvre Pierrot de Émile Reynaud.


























