El domingo anterior en la plaza de toros Rodolfo Rodríguez “El Pana”, se llevó a cabo un mano a mano con los toreros Antonio Romero y Angelino de Arriaga, con toros de Piedras Negras, Coaxamalucan, De Haro y Tenexac, nuevamente a puerta cerrada y en la modalidad de pago por evento.
Ahora que estamos en época de contingencia sanitaria es favorable que este tipo de eventos permitan ayudar un poco al sector para paliar la crítica situación económica que está viviendo desde hace ya un semestre.
Hay que subrayar que Tlaxcala podría convertirse en punta de lanza para este tipo de acontecimientos taurinos, y que, a la vez, sería un ejemplo para otro tipo de espectáculos públicos.
En un grupo de WhatsApp donde facilitaron la invitación para el evento, el que escribe estas líneas comentó, porqué no abrir el festejo al público con todas las medidas de seguridad e higiene, lo mismo para los asistentes que para los alternantes y sus respectivas cuadrillas.
El evento se desarrolló en Apizaco, una plaza de toros que, como todos saben, es de un gran aforo y comodidad, de las mejores del país.
Considero que esa plaza en particular, bien podría reactivar al sector taurino y comenzar a retomar las actividades de a poco y con cuidado, es decir, qué ejemplo daría la tauromaquia al abrir sus puertas a, por ejemplo, 100 personas nada más en esa plaza, siguiendo el estricto protocolo de higiene y salud.
Gel antibacterial, medición de la temperatura, uso de cubrebocas y/o careta, líquido desinfectante, en fin, la gran mayoría de la ciudadanía en Tlaxcala está cada vez más consciente de la situación y cuida su salud como no se había visto antes.
A propósito del evento, alguien comentó, “los ganadores se la están jugando”. Y bueno, si se la están jugando, por qué no dejan que la afición ayude, que colabore y contribuya con la causa de la reactivación, pareciera que, si ya de por sí la fiesta brava se ha convertido en un “club de Toby”, ahora está en riesgo de serlo aún más ante la poca posibilidad de que puedan abrirse estos espectáculos al público, al menos por ahora.
¿Cómo se vería el sector taurino de Tlaxcala al realizar un espectáculo con únicamente 100 espectadores en una plaza como la de Apizaco que, terminando el evento, tengan que desalojar de inmediato y guardando la sana distancia antes, durante y después del festejo?
Considero que sería un gran paso para la reactivación, insisto, de a poco y con cuidado, y en donde la familia taurina ofrezca muestras de unidad y solidaridad, para que no únicamente unos queden como los buenos, mártires o que se la estén jugando como los héroes de la reactivación taurina en Tlaxcala.
No dudamos ni tantito que, ahora que el famoso semáforo de alerta sanitaria ya cambió a fase amarilla en varias entidades, entre ellas Tlaxcala, alguna plaza se le pueda adelantar a la nuestra en la reactivación de la fiesta brava. Al tiempo.
A todo esto, lo que es favorable es que sigue habiendo toros en Tlaxcala, hemos visto las tientas en las ganaderías con toreros de nuestra tierra, pero también eventos como el del domingo anterior en Apizaco, o como el del sábado en donde hubo un tentadero a campo abierto con la participación de los hermanos Macías, José Mari y Emilio, uno matador de toros y el otro aún novillero.
Como lo hemos venido escribiendo en este espacio taurino, confiamos y deseamos la reactivación taurina, pues es uno de los sectores que para Tlaxcala representa dinamismo económico y turístico y que, el parón, ha venido a frenar en gran medida las entradas a esta rama de la economía de nuestro estado.