Luis Manuel Vázquez Morales
Los maestros de hoy se encuentran en el ojo del huracán. Se ha cuestionado de si trabajan o si los padres que cumplen con el rol de acompañar a sus hijos en el proceso de la educación virtual merecen ese reconocimiento. La dinámica de la sociedad actual ha puesto al descubierto una serie de problemáticas que han afectado la enseñanza de los niños y jóvenes de hoy. La tecnología que en su momento se llegó a ver como perjudicial, ahora es el mejor aliado de los maestros, pero a qué costo.
En estas páginas no se trata de escribir hagiografías de los maestros, pero sí de dar a conocer lo que vive un maestro en plena pandemia. Es fácil criticar lo que no se conoce. Quién mejor que una maestra de la asignatura de Español o Lengua materna de primer grado de secundaria para platicar lo que está viviendo, lo que viven sus alumnos y los retos a los que se ha enfrentado como docente y madre de familia.
El reto principal que he tenido como maestra es poder brindar un acompañamiento como tal a mis alumnos. A raíz de esa situación que estamos viviendo a nivel mundial se presentan una serie de situaciones que debemos afrontar.
Lo primero es ponerme en contacto con ellos, no puedo hablarle del 100% de mi salón, solo tengo contacto con 80% de ellos, sin embargo, siento que ese acompañamiento no es adecuado, aunque trato de brindarles apoyo, no es lo mismo estar en el aula, esa interacción que tenemos en ese momento te permite generar con ellos otro tipo de aprendizajes, de detonarlo con otras dinámicas de trabajo que por más que ahorita intento hacer, me veo limitada no sólo por la tecnología que ellos tienen, ya que está fuera de su alcance que en ciertos momentos las redes, independientemente de la plataforma en la que estemos trabajando, se caen por la cantidad de personas que la están utilizando; esa situación hace que el trabajo sea un poco complicado.
La maestra hace referencia a cómo cree que lo están viviendo sus alumnos. Para empezar, nos topamos con los cambios que viven al pasar de la primaria a la secundaria. Los alumnos están acostumbrados a trabajar con un maestro, en este nivel fácilmente con ocho, diez o hasta doce maestros, si es un cambio muy fuerte. En lo que se refiere a la situación sanitaria que estamos viviendo, a pesar de que esto inició a finales del ciclo escolar pasado, no se utilizó como tal la modalidad virtual, tan es así que en los primeros días un alumno estaba súper emocionado porque iba a trabajar con la computadora, eso quiere decir que no llevaron a cabo actividades de ese tipo.
Para ella el aprendizaje es en conjunto, de manera circular. Yo sigo también un aprendizaje para ellos en cuanto al manejo de plataformas, acceso a la tecnología, el enseñarles cómo elaborar un documento, no tengo problema en hacerlo, pero en algunos casos te puedo hablar que de setenta alumnos, cuarenta han vivido situaciones complicadas en la familia.
Hoy es muy estresante saber que muchos alumnos te dicen, “en esta semana no puedo trabajar contigo porque tengo una situación familiar complicada y no me va a permitir estar en clases o hacer las actividades”. Tenemos que entender esa parte de los chicos, están viviendo una situación emocional difícil.
Es penoso saber que existen compañeros docentes que se portan tajantes y exigen las actividades. En lo personal me considero que soy tolerante y trato de entender lo que están viviendo en casa, pero ellos no, piden los trabajos al momento o para tal día, los alumnos deben subir sus actividades o entregar evidencias y no les interesa lo que está pasando en casa. Eso para los alumnos no es agradable. En casa no se cumple con el aprender-aprender, en lugar de cumplir con los fines de la educación, se genera mucho estrés y eso no es aprender.
Que se debe hacer en esas situaciones. Los alumnos se sienten saturados de actividades y es curioso, ya que los padres también se sienten rebasados. Me ha tocado un alumno que no ha trabajado mucho, pero está pagando por el servicio de internet. Entonces qué hago con ese tipo de situaciones.
Hay padres que acompañan a sus hijos en sus clases, les apoyan en la realización de sus tareas, pero no las envían porque económicamente no les alcanza. Muchos alumnos no pueden enviar todas las actividades solicitadas por los maestros, en el mejor de los casos le ponen saldo a los teléfonos para estar en clase y poder pasar lista, pero no para subir las actividades a las plataformas. Para ellos también ha sido muy complicado, apoyan o se dedican a trabajar para cumplir con la familia.
En su perspectiva, se está viviendo una situación complicada, no solo para los alumnos y sus padres, sino también para los maestros. Los directivos nos piden que nosotros entreguemos planeación, diseñemos las actividades, pero no se logra un avance significativo en los chicos, no están trabajando de manera natural, algunas veces no hay forma de que quieran acceder a las actividades. Como padres, también tenemos niños, por lo que debemos estar al tanto de las actividades de nuestros hijos.
Hablando de retos, para la Maestra, uno de los principales a los que se ha enfrentado es el manejo de la tecnología. Lo que no sabes lo debes aprender. Hoy muchas de las actividades cotidianas se encuentran relacionadas con la tecnología, el trabajo, la cocina, por lo que debemos saber trabajar con estos recursos. A pesar de que en los últimos años la vida se ha visto avasallada por la tecnología, no visualizamos o no nos vimos en la necesidad de recurrir a ella para fortalecer de manera significativa nuestra labor docente.
En las plataformas se encuentran una serie de recursos que fortalecen las estrategias de enseñanza-aprendizaje, de lo que se trata es de entrar y navegar. El reto es manejar una y otra plataforma, buscar los contenidos y adaptarlos a las necesidades de los alumnos. En este sentido, ellos tienen un dominio de la tecnología de manera empírica, por lo tanto, es educar de manera que puedas trabajar a la par de ellos. Creo tener la curiosidad suficiente para poder explorar.
Sin embargo, en estos momentos me he dado cuenta de que, uno de mis mayores retos, entre otros tantos, ha sido el poder comunicarme con mis alumnos. Diseño las actividades y se las comparto. Pero la comunicación es complicada. La mayoría de las actividades se las comparto por WhatsApp y trato de comunicarme para verificar que envíen correctamente sus evidencias.
A través de la plataforma no puedo comunicarme de la mejor manera, nada me asegura que quien está del otro está poniendo atención y aprendiendo. No se toma la clase como los maestros lo deseamos, al ser un trabajo individual no se trabaja la situación afectiva como en el grupo.
Las plataformas tienen muchas ventajas y más en el ámbito de la educación, nos acercan al mundo con un solo clic. En plena era de la sociedad del conocimiento estamos más alejados que cerca del saber para que el alumno pueda aprender a aprender.
Al ser maestra de una de las asignaturas más importantes que es Español o Lengua materna, los resultados que espera obtener al finalizar el presente ciclo escolar son muy favorables. Independientemente de los programas o modalidad educativa con la que se trabaje, considera que como maestra está cumpliendo. A pesar de la forma, se pretende que los alumnos comprendan un texto de manera completa. Llevar a cabo un plan lector en el que los chicos han estado leyendo. Por otra parte, se está trabajando en la comprensión y desarrollo de la escritura.
Estoy generando un taller de escritores en donde por medio de sopas de letras y juegos de palabras, los llevó a que ellos creen cuentos que contengan las mismas palabras. Un aspecto fundamental en el que prestó mucha atención es la ortografía, yo creo que una persona es bien vista por la forma en la que habla y escribe. Finalmente, más allá de cumplir con los programas estoy desarrollando habilidades que impactan en las demás asignaturas.
Aun en la distancia los docentes estamos comprometidos con el aprendizaje de los alumnos, ya que, así como ellos aprenden, nosotros también lo hacemos. Sus padres fortalecen lo que aprendieron en sus tiempos escolares. Hoy más que nunca la educación es tripartita con el aliado que teníamos en casa y que no sabíamos todo lo que nos podía aportar. En pleno siglo XXI la educación va de la mano con la tecnología, solo espero que no se deshumanice.
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@LuisVazquezCar