Los colibríes son las aves más pequeñas que se pueden encontrar en la naturaleza, siendo joyas aladas llenas de magia y misticismo tanto así que que leyendas que datan de la cultura maya lo catalogan como el mensajero por excelencia pues se cree que este es capaz de llevar nuestros pensamientos de un lugar a otro sobre todo si de amor se trata.Lamentablemente esta creencia también pone en riesgo al ave pues es utilizada para “rituales” con el fin de atraer el amor.
Por lo cual esta especie se esta viendo gravemente afectada, corriendo el riesgo de perderla de forma definitiva, causando un daño irreparable a la naturaleza ya que el colibrí es un eslabón fundamental cuando se trata de la polinización de las flores.
A continuación te presentamos algunos datos que debes saber sobre esta magnifica ave:
Habitan de forma exclusiva dentro de el continente Americano. Desde el sur de Alaska en Estados Unidos hasta Tierra de Fuego en Argentina, existen aproximadamente unas 340 especies descritas de esta ave.
Probablemente el colibrí que se puede observar con mayor facilidad dentro de nuestro territorio es el Calypte anna que se encuentra distribuido principalmente en la Península de Baja California, a pesar de esto es difícil de apreciar, pues su cabeza se encuentra llena de plumas.
Mueven sus alas hasta 80 veces por segundo, siendo muy agiles dentro de esta actividad, llegando a velocidades que alcanzan los 56 kilómetros por hora y cuando se encuentran en época de apareamiento realizan acrobacias o vuelos en picada para impresionar a la hembra.
Contrario a lo que se cree los colibrí tienen la capacidad de desafiar la lluvia ya que si no lo hacen pueden morir de inanición, por ejemplo el colibrí de anna se sacude el agua con una oscilación de la cabeza y el cuerpo que dura aproximadamente 4 centésimas de segundo.
Sus lenguas tienen una forma parecida a la “w”, esta repite el movimiento para absorber el néctar hasta 15 veces por segundo, lo cual le permite consumir una cantidad de néctar superior a su peso corporal.
El colibrí Calypse costae es una de las pocas especies que permiten que el ser humano se acerque a tal punto que puedes sentir su aleteo. Todo lo contrario al Hylocharis xantusil que es una especie endémica de Baja Califonia y que se distingue por ser sumamente territorial.
Dependiendo de la especie, su pico puede llegar a tener la misma longitud que su cuerpo.
Logran hacer hasta 500 respiraciones por minuto.
Su corazón alcanza los 1,200 latidos por minuto.
