Jair Torreblanca Patiño

Parafraseando al buen Manuel Lapuente, si, el técnico de la boina, que de esta forma explicaba un mal resultado de la selección nacional, así hablaré de lo acontecido con el equipo Coyote de Tlaxcala, que después de dos torneos, por primera vez no lograron su clasificación a repechaje.

Hablamos de fracaso, cuando una meta no se logra, en esta ocasión, así fue y desde cualquier arista que se analice, será dolorosa y fuerte la palabra, pero es real. Si nos remontamos al inicio del torneo veremos qué la luna de miel que la afición tuvo con Silvio Rudman, duró menos que recién casado nervioso. La imagen generada desde la afición fue errónea, al grado de pensar que con traer a un técnico bicampeón, las cosas se darían como en aquel lejano Apertura 2016 y Clausura 2017 en Liga Premier.

Motivos personales provocaron que el argentino diera un paso de costado y dijera adiós, ante la sorpresa de propios y extraños. Sin duda sabía que el nivel era otro y las cosas no irían miel sobre hojuelas. Estaban jugadores que dieron gloria años atrás, Sebastián Fassi, Francisco Santillán, Luis Morales, Ángel Bautista, Eder López. La columna del coyotes ganador.

Pero no era suficiente, sobre todo porque la realidad de los jugadores era otra, al estar lejos, muy lejos del nivel que los hizo protagonista en la premier. Pese a ello había ilusión, la cual se alejó poco a poco, ante un sistema que no era efectivo y dejaba más dudas qué satisfacciones. Quizás esto vio Rudman y por ello declinó seguir, al no ver futuro y sobre todo quedar demostrado que no era su momento, al no tener al equipo que estaba hecho para la Liga de ascenso, en aquellos tiempos.

Con la llegada de Antonio Torres Servin, se perdió en experiencia dentro del banquillo. Ya no se tenía al otrora campeón de la Liga de Ascenso como lo fue Irving Rubirosa, ni el estratega bicampeón. Ahora se tenía a quien fue interino en Club Pumas y una presencia en banquillo en el extranjero, no más…Está inexperiencia se mostró con el equipo en los 12 partidos dirigidos, donde solo se vio mejora en los triunfos que obtuvo en las jornadas 15 y 16 donde los coyotes ganaron 3-1 en ambos duelos.

Fueron dos triunfos que no solo dieron satisfacción, sino abrieron la puerta a un equipo que yacía en el lugar 14 y que se acercó primero al ligar 12 y posteriormente a la 10. Mejor imposible, porque de depender de combinación de resultados para entrar a zona de reclasificacion, las derrotas que tuvieron rivales cercanos les dio el pase directo para que dependieran solo de ellos de ingresar a esta zona, a dos jornadas de que culminará el torneo.

Ya la suerte había jugado a su favor, solo faltaba que redondearan está actuación validando las buenas actuaciones que se brindaron ante Cancún en casa y en el estadio José María Morelos al vencer a su eterno verdugo Atlético Morelia. Llegó la oportunidad ante su afición de refrendar y demostrar que el equipo estaba para más, pero a la mera hora, el equipo terminó con este sueño al ofrecer ante Mineros de Zacatecas una actuación que hizo recordar episodios malos de aquellos empates y derrotas que se igualaron en el torneo regular (6).

Esa falta de ofensiva provocó que se terminará con una diferencia de -5 goles, y que fue lo que al final hizo que Tepatitlán con tan solo ganar igualara a la jauría en puntos (19), pero los superara por mejor diferencia de goles y los relegara a la posición 13, fiera de zona de liguilla. Es cierto en torneo regular, estarían muy lejos del lugar 8 para una clasificación.

Es un fracaso, si. Porque pese a toda la suerte que les acompaño, no pudieron cambiar el chip y luchar para hacer olvidar una temporada que solo dio cuatro satisfacciones con triunfo. No alcanzó para más. Un delantero que solo anotó un gol y por la vía penal en los 837 minutos jugados, marca que igualó con Kevin Rudman, otro «romperedes». Logró más Ignacio Lago el mediocampista argentino que anotó de a dos ante Cancún y Atlético Morelia y dio el del empate al enfrentar a alebrijes.

Cambios con los números que dejó Irving Rubirosa a quien se le crucifico en más de una ocasión por el mal desempeño en cancha, no se superó. Porque se mantuvo en la cosecha de 19 unidades por torneo, es cierto, en las dos temporadas del Guardianes 2020 y 2021 alcanzó para estar en reclasificación, una de ellas avanzando a cuartos de final y la segunda quedándose en la primera instancia de la reclasificación.

Quién es el villano de está película, obvio que las directrices técnicas, pero en gran medida a la plantilla de jugadores que no dieron su 100%, solo esfuerzos individuales que si bien abonaron, no alcanzo para lograr el objetivo de clasificar. Aplaudir a Efrén Mendoza, a Luis Morales, a Nacho Lago, a Christopher Engelhart, Exequiel Beltramone que sudaron la camiseta, pero que no fue suficiente para evitar este fracaso.

Mucho que pensar para la directiva, que tendrá que apretar las tuercas de una plantilla que le faltó poner el corazón en la cancha, romperse el alma para buscar los triunfos, pero sobre todo para ganarse a la afición que muchas veces abucheo el mal desempeño mostrado, no era para menos. Faltó el extra, faltó dijera el buen Hugo Sánchez, ponerle las amígdalas para devengar un salario que nunca les faltó. Porque la verdad faltó mucho que demostrarán lo profesionales que son. ¿O no?

Comentarios para esta columna dolida por la derrota al correo detriunfosyfracasos@hotmail.com

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