Por: Jair Torreblanca Patiño
Sin sorpresas, deportes como squash y lucha, dieron a Tlaxcala las primeras medallas en Juegos Nacionales Conade 2022. El deporte de la raqueta tuvo en Alfredo Mijares a su mejor exponente que dio preseas en lo individual y parejas. Por segundo año consecutivo no se tuvo metal dorado, la razón así de simple. Ya no está el dador de los metales dorados el queretano Federico Sosa Uscanga.
Recordar que le mejor año del squash se tuvo en el 2019, el último del nacional conocido como olimpiada. En esa ocasión la disciplina obtuvo 7 preseas, 3 de oro, dos de plata y dos de bronce. Basta saber que precisamente Sosa Uscanga en esa ocasión fue el dador de los tres metales dorados y pieza fundamental para derrotar a Jalisco, que en esta ocasión dejó fuera a los tlaxcaltecas en la disputa por el metal de primer lugar.
Se desconoce cuál fue la razón para que el joven que representó a la entidad desde el 2017, dejara de portar los colores y devolviera a la realidad a la disciplina que vio en Federico a la mina de oro para la entidad, en esta ocasión se mantuvieron en medallero, pero solo con tres preseas, ya sin excelencia y quedándose como sub campeones nacionales.
Otro resultado destacado se dio con la Lucha que al momento se vuelve en la máxima disciplina dadora de metales con 7, un oro, dos platas y cuatro bronces. Dudo que hay otro deporte que se acerque a tal cosecha. Sin duda es importante este logro, pero al igual que las medallas del squash, esta disciplina también está formada por atletas foráneos, que provocan la dependencia de ellos para sus logros.
Vaya que ante esta realidad, es extraño que mientras la autoridad deportiva lamenta que jóvenes tlaxcaltecas se encuentren representando a otras entidades ante la falta de apoyo, se mantenga esta sinergia de depender de otros, para obtener buenos resultados, un caso que es el pan de todos los días y que se replica en otras entidades, donde los talentos son traídos de entidades aledañas para garantizar los resultados.
¿Se vale esta situación? Basado en una ética a rajatabla deportiva, por supuesto que no, al hablar de un engaño, que evidencia las carencias que en desarrollo de talentos hechos en el estado. Si afecta, porque como el caso de la salida del squashista Federico, su salida, mermó en demasía los logros de Tlaxcala al reducirlos al 50% de efectividad. Traslademos este caso a la lucha, que para el año venidero dejaran de representar a la entidad, simplemente quedaríamos al amparo.
Esta situación no es nueva para la entidad, debido a que en anteriores ocasiones se buscaron talentos para levantar la cosecha tlaxcalteca, algunas veces son éxito, como lo que aconteció hace unos años con luchadores que se trajeron de Campeche que al final no marcaron diferencia, ni se retrataron en el medallero, lo que habla de que las apuestas no siempre aseguran un resultado positivo.
Por lo pronto la actividad continúa, en estos momentos otro deporte que tiene etiqueta de favorito es el futbol femenil, que regresa a un evento nacional, después de muchos años. La última ocasión que recuerdo, se dio la Olimpiada de Yucatán si no mal recuerdo en el 2001. Hoy con un plantel que es base del equipo Coyotas, tiene esta etiqueta, porque tiene experiencia, viene de participar en diversos eventos y en el pasado macro regional culminaron invitas.
En esta ocasión comenzaron con el pie derecho, al ganar partido ante el Estado de México y no dudamos que la noche de este sábado haya sumado segundo triunfo ante Aguascalientes. El técnico Omar Flores, es hijo de Oscar, uno de los precursores del futbol femenil tlaxcalteca, que ahora participa solo como auxilia, debido a problemas de salud que tuvo por el cumulo de emociones que se viven en un banquillo.
No será extraño verlas en el medallero. Vaya que sería aventurado decir que serán oro, pero tener un antecedente positivo en las diversas competiciones donde se han presentado, no será extraño verlas disputar semifinales y hasta quizás meterse a la final. Como tlaxcalteca deseo que les vaya bien y sobre todo logren el objetivo, pero sin duda los niveles que se presentan por los demás equipos hacen que no sea tan fácil lograrlo.
Restan diferentes disciplinas por entrar a escena, de las que pueden continuar la cosecha, está el taekwondo, que ya ha demostrado que tiene calidad para meter a sus artemarcialistas en las finales y pelear por el primer lugar. El trabajo que ha desarrollado el cuerpo de entrenadores, ha dado en la clave para ser protagonista y pelear de tú a tu a las potencias. No dudamos que incrementen la estadística.
Otro deporte que ha demostrado avance en el desempeño, el es judo. El nivel que han obtenido las y los judocas, se palpa, no solo en participaciones a nivel nacional, sino en un nicho de resultados que se ha convertido el panamericano de la especialidad donde Natalia Padilla repitió medalla este año. Sólo le faltará consolidar la meta del metal dorado en Juegos Nacionales y así redondear una carrera de éxito que contribuirá a la causa tlaxcalteca. ¿O no?
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