Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hacen un llamado a los padres de familia para que estén pendientes del uso que realizan niñas, niños y jóvenes de las redes sociales, internet, teléfonos celulares y videojuegos, ya que un uso desmedido y sin supervisión puede desencadenar problemas de salud mental, principalmente manifestándose en síntomas de ansiedad y depresión.
Pedro Hiram Saldívar Barreto, coordinador de Programas Médicos de la Coordinación de Salud Mental y Adicciones del IMSS, explicó que si bien las redes sociales ofrecen beneficios como el acceso a información diversa e interacciones a larga a distancia, también pueden dar lugar a problemas de salud mental cuando su uso es constante.
Resaltó que, de manera paradójica, estas interacciones pueden resultar en un aislamiento social, ya que se trata de relaciones que carecen de autenticidad y se limitan al ámbito online o virtual; se pierden objetivos vitales cuando las personas dedican la mayor parte del día de manera exclusiva a las redes sociales, exponiéndose además a la vulnerabilidad de recibir algún tipo de acoso al compartir información e imágenes personales.
El especialista resaltó que la juventud es más propensa a comparar sus vidas con las de otras personas, “en general la tendencia es subir nuestros mejores momentos lúdicos o de éxito y hay personas que pueden experimentar frustración al sentir que su vida no coincide con lo que otros exponen”.
Agregó que la adicción a estas plataformas, cuando se convierte en la única fuente de gratificación, puede causar ansiedad y una incapacidad para controlar el tiempo dedicado, resultando en un síndrome de abstinencia al interrumpir esta actividad.
Saldívar indicó que estar constantemente pendiente de las actualizaciones en las redes sociales, especialmente cuando se generan comentarios o interacciones negativas, puede llevar a síntomas de depresión como sentimiento constante de tristeza, frustración, inquietud e intranquilidad. Además, la exposición a la luz de los dispositivos, especialmente antes de dormir, aumenta el riesgo de desarrollar trastornos del sueño.
Enfatizó que aunque no hay un consenso sobre el número exacto de horas consideradas como excesivas para el uso de redes sociales y pantallas de dispositivos electrónicos, es crucial “buscar un equilibrio entre las actividades fuera de línea, y las ventajas que nos puedan dar las redes sociales”.