En México existe una amplia variedad de esculturas que se elaboran con múltiples materiales, tamaños y propósitos; todo con el objetivo de enaltecer nuestro patrimonio cultural.
Dentro de estas expresiones las esculturas monumentales son las más perdurables, pues debido a su estética, técnicas y composición se arraigan dentro de la sociedad a la que pertenecen volviéndose un icono, en el país existen múltiples muestras que lo ejemplifican.
Cristo de Copoya
Se encuentra en Chiapas y es el monumento más alto del país con 66 metros contando su base, este Cristo se ubica en la cima del cerro de Mactumatzá, la obra forma parte de un complejo arquitectónico religioso.
Guerrero Chimalli
En Chimalhuacán desde el 2014, el guerrero de metal rojo compuesto por figuras geométricas que le dan un aspecto de guerrero prehispánico futurista que mide 50 metros de largo.
José María Morelos
Por en encargó del general Lázaro Cárdenas se construyó este monumento de 40 metros de altura en el estado de Michoacán.
Aunque las esculturas pueden monumentales pueden ser mayormente apreciadas, cualquier expresión de este tipo merece un amplio reconocimiento social por lo que cada seis de marzo se conmemora el Día Internacional de Escultor.
