En 2012 Tlaxcala se convirtió en el primer estado del país en aprobar la fiesta taurina como Patrimonio Cultural e Inmaterial, con esto se logra salvaguardar y sensibilizar dentro del estado sobre su importancia.
La tauromaquia es parte de la cultura del estado, convirtiéndose en parte de su historia y tradiciones, ya que resultó de la unión del pueblo mexicano y español. Esto convierte a Tlaxcala en un lugar destacado para el desarrollo de ganado bravo.
Hasta septiembre del 2016 en Tlaxcala existían 37 ganaderías de reses bravas registradas ante las autoridades y sociedades del ramo, lo cual lo convertía en la entidad con mayor número de ganaderías de este tipo.
En estas casas ganaderas se enfrenta el dilema de lo lograr calidad y bravura en el animal, en la evolución de esta actividad se pueden observar que es una práctica que como otras relacionadas con el campo tuvo sus orígenes a finales del siglo XIX.
Uno de los primeros registros de tientas públicas entre los ganaderos del estado de Tlaxcala data del año 1964, en esta buscaban competir dando muestra de la calidad de su ganado. Durante esa ocasión tentaron unas vacas fuertes Silverio Pérez o personajes oriundos del estado como Rodolfo Rodríguez “El Pana”.
A pesar de que figuras como el Pana o Jorge el ranchero son icono dentro de la tauromaquia tlaxcalteca, en la actualidad existen personajes como Alejandro Lima “El Mojito” o Pepe Nava que siguen poniendo en alto estado en este rubro.
Sin embargo, no toda la sociedad está a favor de la fiesta brava, pues muchos lo toman como maltrato animal. Por lo cual estas personas se unen en jornadas con el objetivo de exigir el establecimiento de leyes para abolir las corridas de toros mediante leyes.
En búsqueda de que la sociedad se una a esta causa cada 25 de junio se conmemora el Día Mundial Antitaurino con el cual pretenden sensibilizar respecto a la violencia que es parte de la actividad.
