Por: Psic. Gabriela Rodríguez Gutiérrez

Apreciado lector, para comenzar esta columna el día de hoy, me gustaría pedirte lo
siguiente: Imagina por un momento que te encuentras en un hoyo profundo y oscuro, y
tienes una pala en la mano. Tu instinto te dice que la mejor manera de salir de allí es cavar,
porque es la única herramienta que tienes. Pero cuanto más cavas, más profundo se hace
el hoyo, y te das cuenta de que estás empeorando la situación. Esta es la metáfora del
hombre en el hoyo, una poderosa imagen que refleja cómo a veces nuestras estrategias
para lidiar con el malestar no solo no funcionan, sino que nos hunden más.

En nuestra vida diaria, todos tenemos nuestras propias “palas”. Se manifiestan por medio
de estrategias personales que, en apariencia, nos ayudan a sentirnos mejor cuando
experimentamos malestar psicológico o emocional.

¿Cuántas veces has buscado una forma de distraerte cuando te sientes angustiado,
agobiado o triste para evitar permanecer siendo esto que no es para nada agradable? Esta
parece ser una estrategia adecuada, ¿no es así? al final del día, sumergirte en el trabajo te
ha ayudado a no pensar en tus problemas personales, evitar asistir a esa reunión para
quedarte en casa y ver una serie ha funcionado porque no tienes que sentirte incómodo al
socializar. A corto plazo, estas estrategias parecen funcionar, sin embargo, si las
observamos con mayor detenimiento nos daremos cuenta de que son precisamente estas
estrategias una parte importante de lo que nos mantiene atrapados en el problema.
Aceptar que estamos en el hoyo y que las herramientas con las que cuento hasta ahora no
están funcionando es una de las primeras cosas por hacer, y de las más complicadas,
además. Requiere de valentía y un nivel de autorefexión qué resulta incómodo.

Ahora imagina dejar de cavar, esto resulta lógico pero contradictorio a la vez; por una parte, la única herramienta con la que dispones es una pala, pero por otra, seguir utilizandola implica profundizar el hoyo. Esto simboliza enfrentar una realidad dolorosa: “Estoy en el hoyo, y la solución no es seguir haciendo lo que he estado haciendo durante tanto tiempo”.

Este es un momento de gran vulnerabilidad, y el verdadero reto viene cuando nos damos
cuenta de que dejar de cavar no es suficiente, necesitamos una nueva forma de salir. Es en
este punto donde muchas personas se dan cuenta de que necesitan ayuda, y la Terapia
Psicológica puede representar un papel crucial.

La Terapia es ese lugar en donde de ninguna forma vas a encontrar otra pala, si no una
diversidad de herramientas adecuadas para tu problema. Representa un espacio seguro en
donde puedes reflexionar y explorar tus pensamientos para enfrentarte a ellos de nuevas
formas, qué a largo plazo represente una habilidad duradera. ese proceso puede ser
incómodo al principio, pero es uno que vale la pena transitar.

La metáfora del hombre en el hoyo es una excelente lección para reflexionar sobre la forma
en la que enfrentamos las cosas difíciles en nuestra vida, evaluar si lo que hacemos
realmente representa la intención de superar estos retos o es una forma de alivio
momentáneo.

Aceptar que necesitamos comenzar a hacer las cosas diferente no es un proceso fácil ni
rápido, mucho menos lineal pero dejar la pala y comprometerte con el cambio puede ser el
movimiento más valiente y transformador que lleves a cabo durante el proceso.
Te recuerdo, querido lector, que tu servidora brinda atención psicológica en el Centro de
Psicoterapias Basadas en Evidencia CENPSIBE en el centro de Tlaxcala, si gustas iniciar tu
proceso psicológico.

 

Centro de Psicoterapias Basadas en Evidencia
Morelos no. 5-b Col Centro, Tlaxcala
Citas: 2463670876

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