Yóllotl Yauitl: El corazón que mantiene vivas nuestras raíces en Tlaxcala
En el sur de Tlaxcala, un grupo de mujeres lucha día a día por rescatar y preservar lo que nuestros ancestros nos heredaron: la lengua, la tradición, la gastronomía y el amor por nuestras raíces. Yóllotl Yauitl (Corazón de Maíz Azul) es más que un colectivo, es una comunidad que se ha propuesto mantener viva la esencia de la cultura tlaxcalteca a través de la comida, la vestimenta, la lengua y la conexión con la tierra.
Encabezado por mujeres de distintos municipios, este grupo ha tomado la misión de recuperar los saberes ancestrales que con el tiempo se han perdido. María Dolores Zamora, una de sus integrantes, lo explica con claridad: “Hemos viajado incluso a Estados Unidos para reunificar familias, pero también para compartir nuestra cultura. Queremos conservar nuestra lengua, nuestras comidas tradicionales, que son muy nutritivas y forman parte de nuestra identidad” aseguró.
Uno de los pilares fundamentales de Yóllotl Yauitl es la lengua materna. Leticia Gutiérrez Texis destaca que la recuperación del náhuatl es un trabajo que realizan con los niños y jóvenes a través del canto y los juegos. “Nuestros abuelos ya no nos enseñaron el náhuatl y lo estamos perdiendo”.
El grupo también trabaja en la preservación del vestuario tradicional, que lleva en cada bordado y en cada color el reflejo de la identidad indígena. “Nuestra falda es negra, pero en bodas o festejos se adorna con flores rojas. El rebozo, siempre presente, nos cobija como lo ha hecho por generaciones”, comparte una de las integrantes.
Actualmente, Yóllotl Yauitl no solo rescata la cultura a través del lenguaje y la vestimenta, sino que ofrece comida tradicional en San Luis Teolocholco (Avenida Pedregal sección tercera, número 178) un espacio donde cada platillo es un homenaje a la tierra y sus frutos. Desde el maíz azul hasta los sabores que evocan la cocina prehispánica, cada bocado es un viaje a la historia viva de Tlaxcala.
Este grupo demuestra que nuestras raíces no solo son el pasado, sino la base de un futuro que honra a quienes nos antecedieron. En cada palabra en náhuatl, en cada bordado y en cada platillo, el corazón del maíz azul sigue latiendo fuerte en Tlaxcala.