El municipio de Sanctórum es el principal productor de fuegos pirotécnicos de 14 que se dedican a esta actividad a nivel estatal, anualmente genera alrededor de 500 toneladas que son elaboradas por los 40 permisionarios de unos 70 registrados en Tlaxcala.
En este poblado situado al poniente del estado, existen más de 90 almacenes de pirotecnia que se encuentran ubicados en las orillas de la comuna, por el riesgo que implican.
Alrededor del 60 por ciento de las familias dependen de esta actividad, mismas que se involucran en la elaboración de juguetería o castillos de pirotecnia.
Alrededor de 40 personas cuentan con permisos regulados por la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), para la compra, almacenamiento o venta de artificios, pero también es conocida la existencia de elaboración clandestina.
Desde 2016 se instaló un tianguis en la entrada del pueblo, el cual cuenta con alrededor de 29 locatarios que reúnen las medidas de seguridad necesarias. Anteriormente tramitaban permisos temporales pero se instalaban en locales habilitados con madera y lona, pues durante las principales fechas reciben cientos de visitantes de diferentes partes del país.
La mayor parte del año mantienen la producción, misma que llega a triplicarse en temporadas altas, como el doce de diciembre que es el Día de la Virgen de Guadalupe, el Día de la Candelaria el dos de febrero, el ocho de marzo que celebran a San Juan de Dios como intercesor de los coheteros, las posadas, navidad y año nuevo.
Ante esta situación, la Dirección de Protección Civil Municipal también coadyuva en la vigilancia de las medidas de seguridad que cada local debe reunir, toda vez que se emiten diferentes recomendaciones, principalmente para que los consumidores eviten que los menores enciendan cohetes en la zona.
Elaboración artesanal
Síntesis visitó el taller de Rosalío Carmona Torres, quien desde hace 17 años se dedica a la elaboración de artificios de manera artesanal, desde la preparación de la pólvora, considerada la «esencia» de un maestro cohetero.
A unos tres kilómetros del centro de Sanctórum, en el paraje San Isidro, se encuentra el polvorín en el que realiza la mezcla de diferentes componentes químicos para lograr efectos como: colores, sonidos y luces.
La pólvora convencional, compuesta de nitrato de potasio es combinada con carbón mineral y azufre en un barril de molienda, cuyo interior contiene bolas de plomo y cerámica que actúan durante seis a siete horas.
Este sistema es impulsado por un motor a gasolina para evitar que el proceso sea manual y con ello evitar afectaciones humanas.
Una vez lograda la consistencia deseada, se confina para crear el “arranque” que dará impulso al cohete y en seguida se procesa una mezcla adicional para lograr el efecto de luz o trueno. Esa misma pólvora en diferente porción es ocupada para la mecha que es colocada en los castillos, que son los impulsores que hacen girar las ruedas con diferentes figuras, muy conocidas en las tradicionales ferias.
Existen diferentes variedades de cohetes: desde truenos o cañones, las varitas, estropajo o pajarera de luz, el silbato, escupidores de colores, pastillas con luces, ollas de lluvia, chifladores, entre otros.
El principal mercado se encuentra en los estados de: Puebla, México, Hidalgo, Veracruz, Campeche, Yucatán, Coahuila, Monterrey, entre otros, aunque la tradición se encuentra arraigada en todo el país.
Carmona Torres, refirió que hace más de dos décadas comenzó esta actividad en el municipio, misma que se volvió en una tradición que se ha transmitido a las nuevas generaciones.
En su polvorín, produce un promedio de mil cohetes a la semana, así como tres casillos al mes pero en temporadas altas llega a producir 15 mil cohetes, diez castillos y hasta mil bombas al mes, que es el 100 por ciento de su capacidad.
Le perdimos miedo a la pólvora, no el respeto
Carmona Torres, manifestó que con el paso del tiempo, los coheteros llegan a perderle el miedo a la pólvora, mismo que se convierte en respeto, pues están conscientes de que el más mínimo error puede resultar fatal.
“Siempre existe el mismo riesgo, pero es un oficio que se debe realizar con precaución, desafortunadamente los accidentes se hacen por falta de previsión o exceso de confianza”.
En este sentido, refirió que es responsabilidad de los coheteros el adecuado manejo de los artificios, ya que cualquier chispa puede terminar en una tragedia.
Rosalío Carmona comenzó a trabajar en este oficio a la edad de diez años, con tubos de cartón y papel, toda vez que de manera gradual aprendió a manipular la pólvora, llevado por la curiosidad.
En el año 2000 empezó a ofrecer sus servicios en la fiesta del 12 de diciembre, cuando realizó la donación de un castillo para que la gente conociera su trabajo.
Alrededor de 15 explosiones en los últimos 15 años
El suceso más impactante se registró el 15 de marzo de 2013, durante las fiestas religiosas del barrio de Jesús Tepactepec, en el municipio de Nativitas, en donde se registró la explosión de varias gruesas de cohetes que causaron la muerte de varias personas en el lugar, otras cuando recibían atención y algunas más durante la hospitalización.
Los sucesos más recientes se reportaron el 21 de marzo de este año en el municipio de Sanctórum con la explosión de un polvorín que dejó cinco lesionados y el ocho de febrero en Ixtacuixtla, una vivienda que almacenaba pirotecnia de manera clandestina estalló y mató a dos personas.
En mayo del 2014, se registró una explosión de cohetes en el municipio de Totolac, lo que dejó como saldo una persona lesionada y seis detenidos.
El 20 de abril 2013 una vivienda en Xicohtzinco registró una explosión derivado de que el propietario almacenaba clandestinamente cohetes para la fiesta religiosa, afortunadamente no hubo heridos.
El 23 de julio de 2011, se registró la explosión de cuatro polvorines ubicados en el Cerro de las Biznagas, en el municipio de Sanctórum, lo que dejó un saldo de cinco personas muertas y tres heridas.
A finales de ese año se registró una explosión en las bodegas de un polvorín localizada en la ex Hacienda de San Nicolás Tochopa, en el municipio de la Magdalena Tlaltelulco sin daños humanos, ese mismo día, en Totolac, se registró una explosión más, en un puesto de juguetes pirotécnicos, donde tampoco hubo daño a personas.
El 20 de julio 2010 se registró el estallido de cohetones utilizados para los festejos patronales de la comunidad de El Carmen Aztama, en Teolocholco, lo que causó la muerte de una menor y 17 heridos.
El 23 de marzo de 2009 la explosión de un polvorín ubicado en el municipio de Ixtacuixtla dejó tres personas lesionadas.
El 21 de junio de 2009, el Festejo Patronal en Los Reyes Quiahuixtlán, municipio de Totolac dejó cuatro heridos.
El 11 de agosto 2003 el estallido de un depósito clandestino en Sanctórum generó siete decesos.
En Xalostoc la explosión de polvorines clandestinos en junio de 2014, julio de 2011 y julio 2011 no generaron lesionados.
Exhortan legisladores a manejo adecuado de pirotecnia
En días pasados, el diputado presidente de la Comisión de Protección Civil, Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social del Congreso local, Jesús Portillo Herrera exhortó al gobierno estatal y a los municipios seguir las normas para el uso de pirotecnia en las próximas fiestas patrias, con la finalidad de prevenir accidentes.
Indicó que en breve hará el exhorto para que el gobierno del estado, por medio de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) y de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) realicen las acciones conducentes para prevenir contingencias.
Pidió a los encargados de manipular la pirotecnia y a los comerciantes a seguir el reglamento emitido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), además de tramitar los permisos necesarios y cumplir con los lineamientos que exige la CEPC.
Revisará Sedena que polvorines cumplan normativa
Con la finalidad de garantizar que los permisionarios cumplan las medidas previstas por la Ley, el Comandante de la 23 Zona Militar, Elpidio Canales Rosas, informó realizará operativos de revisión en los 60 municipios del estado, principalmente en aquellos con presencia de polvorines.
Informó que la intención es trabajar de manera coordinada con la Secretaría General de Gobierno, para establecer un calendario de visitas para vigilar que los almacenes de pirotecnia cumplan la Ley general de armas de fuego y explosivos.
Lo anterior como una medida preventiva ante la proximidad de las fiestas patrias, en donde incrementa el consumo de artificios en comunidades y municipios de Tlaxcala, particularmente la noche del 15 de septiembre.
Elpidio Canales Rosas informó que para la quema de pirotecnia en los municipios debe existir por lo menos un inspector de la Zona Militar para verificar que las acciones se realicen de manera adecuada.
Sostuvo que las cantidades de pólvora ya están reguladas por la ley en la materia y a ellas deben de ceñirse.
Una vez que se realicen las acciones preventivas al mes de septiembre, adelantó que continuarán los operativos de cara a diciembre, mes en el que también se registra una importante quema de pirotecnia.
El Comandante convocó a las familias tlaxcaltecas a evitar que se realicen compras en mercados o tiendas clandestinas, pues puede derivar en un accidente de trágicas consecuencias.