Cosme Hernández Gómez, represente de los tablajeros de la ciudad de Tlaxcala, destacó que el precio de la carne de res y la de puerco se ha mantenido, en el caso del bistec de res se encuentra en 120 pesos por kilogramo, el de cerdo se compra en 90 pesos por kilogramo y en el caso del retazo, se compra en 80 y 74 pesos respectivamente.

Comentó que luego de la Semana Santa, sus ventas incrementaron en un 20 por ciento, sin embargo, dijo que este incremento no se ve reflejado todos los días, ya que las amas de casa no acuden a diario a consumir carne.

Cuestionado sobre los mataderos clandestinos, destacó que siempre han existidos, esto debido a que a algunos no les es posible llegar a los rastros certificados o porque matan a animales enfermos o con clembuterol en sus cuerpos.

Aseguró que el precio de la carne proveniente de estos animales, no siempre es más barata y destacó que en los rastros certificados el costo por sacrificar reces es accesible y además se cuenta con la seguridad de tener un buen producto.

Dijo que de ser requerido, el encargado del rastro debe emitir un documento en el que se certifique la calidad y salud de la carne, además de los sellos que se le colocan a los animales que ahí se sacrifican.

Sobre los carniceros que venden sus productos en tianguis, comentó que no es una cuestión muy salubre, debido a las condiciones en las que transportan y mantienen la carne, “usted sabe que el aire y el polvo hacen daño a la carne, además los que venden en tianguis, pueden ser los mismos que sacrifican el rastros clandestinos«.

Para finalizar, el representante de los tablajeros invitó a que se consuma carne en lugares establecidos, pues ellos ofrecen productos de calidad y con la certeza de llevarse kilogramos completos, esto gracias a las inspecciones que realiza Profeco a sus básculas de manera anual.

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