El sábado pasado en el municipio de Atltzayanca, el torero huamantleco José Mari Macías estuvo en plan grande al recibir el doctorado con toros de la ganadería de Coyotepec, pues si bien el rabo que cortó a su segundo toro para algunos fue calificado de excesivo, lo cierto es que ratificó que tiene condiciones para ser figura.
José Mari recibió la alternativa de manos del tlaxcalteca Uriel Moreno “El Zapata”, bajo el testimonio de Diego Silveti, ante un encierro desigual pero en el que destacó precisamente el sexto de la tarde que, a la postre, le significó el triunfo al novel matador de toros.
El toro de la alternativa fue “Carajillo”, un toro castaño que resultó muy pegado al piso pero que a la vez, fue retado en múltiples ocasiones por el torero que busco pegarle los pases de forma valiente y arrimándose.
El saludo capotero del huamantleco tuvo elegancia y pinturería, desde ese momento demostró que iba a por todas, no obstante que la calidad en la embestida del primero toro de su carrera como matador no le ofreció las condiciones propicias para mostrarse.
Sin embargo, consiguió pases y tandas de buena factura que emocionaron a los tendidos y a la gente identificada con el torero de Huamantla, que por fin veía realizado el sueño de recibir los trastos como matador de toros ante un escenario con mucha tradición como lo es la plaza “La Morenita” en Atltzayanca.
Y es que esa plaza tiene especial significado para José Mari Macías, pues fue ahí donde comenzó a dar sus primeros pasos como torero de su aún joven carrera taurina.
Con su segundo ejemplar las cosas fueron distintas, pues con éste, el torero de la tierra mueganera se acopló de mejor manera y logró los mejores momentos de la tarde ante una plaza repleta y a la que acudieron personajes de la fiesta brava tlaxcalteca que sabían el significado del cartel.
El novel matador de toros fue variado en su ejecución con el capote y la muleta, consiguió trazos lentos y por tanto bajar la mano, en un par de ocasiones fue desarmado, aspecto que tendrá que pulir de cara a su presentación en otros cosos taurinos.
Se arrimó y gustó a la afición, se quedó parado en sendos pases estatuarios que ejecutó en el centro del pequeño ruedo de la plaza de Atltzayanca.
Las ganas que un torero aporte en su primera tarde como matador de toros son fundamentales para lo que serán sus próximos compromisos y José Mari Macías presentó su carta de intenciones en plan grande.
Ya veremos los próximos compromisos que le vayan surgiendo a partir de la actuación que tuvo el pasado sábado. Mientras tanto, no sólo él, sino la afición a los toros en Tlaxcala se lamentan que no haya habido un serial taurino en la plaza de toros de Huamantla que haya correspondido a su historia y tradición ya de cien años y en la que bien pudo también estrenarse el huamantleco.
Por su parte, el sábado pasado también en esa plaza, los toreros consagrados tanto Uriel Moreno como Diego Silveti, ofrecieron lo mejor de sí ante unos toros de juego desigual a los que apenas si les pudieron sacar los pases.
Si acaso, el segundo de Diego Silveti fue el que mejores condiciones le ofreció para el lucimiento, sin que el ejemplar hubiera derrochado características de un auténtico bravo.
“El Zapata” por su parte, mostró el toreo que ya le conocemos, es variado, arrojado y valiente, aunque en esta ocasión fue poco lo que pudo desarrollar ante el lote que le tocó en suerte.
En general la gente se divirtió en el municipio de Atltzayanca, una tierra que ya desde el año pasado evidenció intenciones de rescatar el dinamismo de la fiesta brava en su tradicional y añeja plaza de toros.
De hecho, el próximo miércoles 25 de julio se desarrollará una novillada en la que se lidiarán novillos De Haro para Sebastián Palomo, Emilio Macías, ambos hermanos del José Mari, así como Fermín de la Cruz y Sebastián Soriano.
No se recuerda una feria reciente en el municipio de Atltzayanca en donde se hubieran ofrecido tres festejos taurinos, pues hay que citar que ya el pasado 15 de julio hubo un festival con vacas que lidiaron diversos toreros de la región.
