La delegada del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) Perla López Loyo en compañía del rector de la Universidad Metropolitana de Monterrey (UMT) Gregorio Cervantes Serrano, dieron inicio a los trabajos del programa “Trato para un buen Trato”.

A este trabajo se suma el personal que presta su servicio en ventanillas, mismo que será impartido por personal de la Universidad Metropolitana, el cual se basa en un decálogo.

Se trata de 10 sesiones en diferentes horarios, en las que personal del Issste aprenderá a mejorar el trato que le brinda a la derechohabiencia con la premisa de optimizar el trabajo en equipo que en la dependencia se realiza.

Por su parte, López Loyo se congratuló por este estrecho trabajo colaborativo que se realiza en conjunto con la universidad, pues esto les ha permitido crecer de la mano en el ámbito colaborativo e incluso académico.

Con la implementación de los talleres, pretenden mantener una estadística a la baja con respecto a las quejas que reciben de parte de los derechohabientes, quienes perciben un trato inadecuado por parte del personal.

“Cuando nosotros llegamos a la delegación, las quejas eran impresionantes y han disminuido, de pronto las quejas pero hay que ayudarlos por medio de estos trabajos”, resaltó la delegada del Issste.

Destacó que la disminución de quejas en el último trimestre fue de impacto, pues solo se recibieron 78, destacó también que ha recibido felicitaciones, cuestión que es menospreciada, “nunca van a la par, siempre son menos las felicitaciones”.

De manera general, derivado de las quejas, la delegación inició 10 procedimientos administrativos durante cinco años, de los cuales lo más grave es la separación definitiva del cargo, de las quejas, destaca el despotismo por parte de los servidores.

Informó que una de las principales causas de queja, es la unidad médica de atención situada en la comunidad de Tizatlán, lugar donde la principal inconformidad es que las instalaciones no están abiertas cuando los usuarios arriban a este centro médico.

Sin embargo la delegada aclaró: “La consulta empieza a las ocho de la mañana, si nosotros permitiéramos que pasen a la hora que los pasan a dejar, sería peligroso si a algún diabético le sube la glucosa, la presión o se infarta, pues no hay personal que lo pueda atender, solo un vigilante”.

Comentó que dichas instalaciones no se abren al público debido a que no existe personal para brindar atención, por lo que pidió en ese sentido, la comprensión de las personas que acuden por el servicio.

Colaboran UMT e Issste en “Trato para un buen Trato"

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