Escrito por: Serafín Ríos Elorza

Tlaxcala, según el Instituto de Desarrollo Taurino de Tlaxcala (IDTT, 2017) es el estado con más ganaderías de toros de lidia en México, con un total de 33, seguido por Guanajuato con 32 y Jalisco con 31. Diversas evidencias atestiguan el arraigo de la cultura taurina en Tlaxcala, destacando: 14 plazas de toros; tres escuelas taurinas, museos taurinos y 14 plazas de toros, entre las que destaca en la Ciudad de Tlaxcala uno de los casos taurinos más antiguos y hermosos de México: La Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero”, considerada monumento Histórico del Siglo XIX. Aparejado al auge de las ganaderías de toros de lidia, surgieron matadores tlaxcaltecas relevantes, destacando Antonio Ortega “El Marinero”; Fernando de los Reyes “El Callao”; Jorge Aguilar “El Ranchero”; y Rodolfo Rodríguez “El Pana”. La tradición se mantiene hasta nuestros días, con matadores como Rafael Ortega “Señor de los 3 Tercios”; Uriel Moreno “El Zapata”; José Luis Angelino y Sergio Flores, entre otros.

La tauromaquia, tiene un gran arraigo popular, ya que forma parte esencial de las principales fiestas patronales del estado, donde en plazas fijas o móviles, desde las más modestas hasta las monumentales, las corridas de toros forman parte del espíritu festivo de la mayoría de las ferias populares del estado.

Actualmente la mayoría de las ganaderías de toros de lidia tlaxcaltecas, atraviesan por una grave crisis financiera, debido principalmente a los elevados costos de producción, el oneroso mantenimiento de inmuebles; la disminución de eventos taurinos con la consecuente baja en la demanda de ganado, su principal fuente de ingresos, y las presiones de grupos anti taurinos. Lo anterior ha provocado que diversas ganaderías cierren operaciones, con repercusiones económicas, sociales, ambientales y ante todo de pérdida patrimonial.

La importancia de la cultura taurina en Tlaxcala, desde el punto de vista oficial se refleja en tres eventos oficiales relevantes: a) el reconocimiento otorgado en 1986 a la ganadería de San Pedro Tenexac (municipio de Terrenate), la cual por Decreto Presidencial, a través del INAH, fue reconocida como Monumento Histórico de la Nación; b) El Decreto de Declaratoria de la Fiesta de los toros como Patrimonio cultural inmaterial del estado de Tlaxcala, emitido por el H. Congreso del Estado de Tlaxcala, aprobado el 26 de abril del 2012, y c) la creación del Instituto de Desarrollo Taurino del Estado de Tlaxcala en septiembre del 2003. Es conveniente mencionar que un segmento importante de la población en Tlaxcala se manifiesta abiertamente en contra de la fiesta brava, pero más allá de sus claroscuros, ésta es una manifestación popular, generadora de efectos positivos en términos culturales, económicos, sociales, ambientales y más recientemente turísticos.

En cuanto al turismo en Tlaxcala, éste ha tenido un importante auge en los últimos cinco años, ante el surgimiento de nuevos productos tales como: Santuario de las Luciérnagas, la declaratoria de Tlaxco como “Pueblo Mágico” en 2015. Los tipos de turismo que caracterizan al estado son: Turismo rural, de naturaleza y principalmente el turismo cultural, segmento donde el turismo taurino empieza a destacar. Las propuestas turísticas oficiales, consultadas en el portal de la Secretaria de Turismo (Secture, 2017) relacionadas con el tema taurino, a pesar de la relevancia de esta manifestación cultural son dos: 1. Haciendas y ganaderías, y del programa de Turismo experiencial Tonali: 1. Puyazo taurino, las cuales son genéricas, y no reflejan la relevancia que la cultura taurina tlaxcalteca encierra. Por lo anterior, se recomienda replantear la propuesta de turismo taurino actual, por una que evidencie a la cultura taurina, como un proceso que va más allá de la fiesta brava, su evento más polémico. Ésta deberá promover en el turista local, nacional e internacional el conocimiento y comprensión de la riqueza histórica-cultural, social, económica y ambiental que alberga, incorporando en la oferta de manera creativa y responsable: a) historia de la cultura taurina y sus vínculos con las bellas artes (pintura, literatura, música, etc.); b) el habitus del ganadero y los toreros; c) recorridos guiados por instalaciones; d) el proceso de crianza: la alimentación, el manejo sanitario y aspectos reproductivos; e) actividades interactivas como: tienta de vaquillas, marcado de ganado, cabalgatas, lunadas y tertulias; f) gastronomía y bebidas; g) rituales; h) mitos y leyendas; i) cadena de valor (ganaderos, toreros, empresarios, afición y turistas) y, j) efectos sociales, económicos y ambientales de la ganadería en su entorno comunitario.

Partimos de la premisa de que el conocimiento amplio e informado de la cultura taurina, a partir del turismo taurino, permitirá tanto la comprensión y valoración de una manifestación popular pletórica de historia, como la generación de recursos que posibiliten la conservación de una manifestación cultural con sólido arraigo en la cultura popular local, y que forma parte de ese mosaico cultural que nos identifica como tlaxcaltecas, y que más allá de filias y fobias, debe unirnos para evitar su desaparición.

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