Hoy, en este recinto, en la Cámara vemos muestras de alegría por haber logrado lo que está a punto de concretarse, de materializarse, en apenas unos minutos más, y no es para menos.

Estamos hablando de la creación de un cuerpo legislativo que dará vida, precisamente, a una institución que habrá de velar por aquella que es la mayor de las preocupaciones de cada uno de los mexicanos y mexicanas: la seguridad.

Y hoy se muestra aquí, en esta Cámara, que se puede hacer política, política de la buena, de altura, y yo por eso quiero felicitarlos a todos, a todos los grupos legislativos, a todos los coordinadores, a cada uno de los senadores, por haber podido encontrar este cauce, que nos permita, precisamente, llevar a cabo bien esta tarea, que no es nada fácil, por cierto.

En la política, dicen por ahí, que es el arte de consensar aquello que se muestra como una diferencia, superar las diferencias, pues; respetar lo plural, pero sin olvidar lo común: la Patria es primero.

Y eso es justo lo que aquí se puso por delante, entre todos los grupos; es verdad, hubo algunos que querían sacar un producto legislativo y otros que querían aguantar y mejorarlo, y se reconoce esta fuerza que se logra, aparte de las coincidencias en las ideas, y que permite con esa fuerza abrir el espacio en la negociación y, después, por supuesto, transitar en la razón para lograr esto, que hoy está a punto de hacer historia en nuestro país.

Y miren ustedes, déjenme mencionar algunos antecedentes.

La minuta, como nos llegó, por supuesto que contenía muy serias deficiencias, también tenía vicios de inconstitucionalidad, había una clara inconvencionalidad con aquello que se pacta a nivel internacional desde nuestra Nación con otros países del mundo.

Proponía una especie de mando militar a través de unos jefes de Estado, que no lo aclaraba bien, pero al final eso era; reconocía el fuero militar para quienes estaban ahí en la Guardia Nacional o a quienes fueran a estar; la militarización era prácticamente permanente. Desde luego que en lo local, pues, se restringían las competencias y, bueno, no establecía para las policías municipales, estatales, ninguna posibilidad de desarrollo.

Y tomemos en cuenta que son, en número, el mayor cuerpo de seguridad pública que existe en este país.

Amén de todas aquellas recomendaciones, las de las Naciones Unidas, las de los órganos internacionales encargados de los derechos humanos, y los nacionales y de múltiples organizaciones civiles, que nos dijeron o que nos advertían del riesgo que se corría al transitar por esa vía.

¿Y qué pasó?, bueno, pues que precisamente a partir de esta idea, que coincidíamos varios partidos, particularmente el PAN, PRD, el PRI y Movimiento Ciudadano, se construyó esta propuesta que, finalmente, reconocer a Morena, el grupo mayoritario, que permitió que transitara, porque también, por supuesto, estaban en su derecho de impedirlo y de que hoy no tuviéramos la posibilidad de dotar al país, como se va a dotar, de una Guardia Nacional.

Entonces, se fijó una postura clara de todos estos grupos, primero, en la reunión de la Comisión en donde se pidió el parlamento abierto.

Finalmente éste se concedió, pero lo más importante es que al llevarse a cabo entre los días del 11 al 15 de febrero, se escuchó a muchísimos expertos de la sociedad civil organizada, en donde nos vinieron a advertir de la problemática.

Y, todavía más importante que eso, se atendieron sus solicitudes, y hoy estamos, precisamente, recogiéndolas, todas ellas, en este documento y plasmándolas en lo que será el instrumento guía para que nazca esta nueva Policía Nacional, esta Guardia Nacional, como se ha denominado.

Desde luego que hay que destacar algunas cosas, lo que se dejó de lado; se privilegió el mando civil. En ninguna parte del dictamen, en la parte que tiene que ver con el texto permanente en la Constitución se hace siquiera mención de lo militar. Y eso es un logro de todos, al reconocerse esa idea. Yo creo que esa es algo que hay que destacar.

Además, se hablaba de este mando, a través de los jefes de Estado, ya no existe, el mando es civil. Claramente civil, para que no le quede duda a nadie en nuestro país.

Sí se establece una coordinación, como la que tiene que tener cualquier institución pero, precisamente, de carácter interinstitucional, en donde puedan colaborar, en donde puedan advertir algunas oportunidades de ayuda y ahí converger.

Y desde luego que se estableció algo muy importante:

Primero, se le da la certeza a las Fuerzas Armadas para que su permanencia en la calle tenga legalidad, y se le da a la población una, también certeza, de cuándo dejarán de estar en la calle: dentro de cinco años.

De manera que hoy tenemos una Guardia Nacional, un nuevo cuerpo de seguridad como se quería, como lo querían millones de mexicanos que advertían esa urgente necesidad de tener herramientas para combatir el flagelo que es la inseguridad pero, al mismo tiempo, lo hicimos respetando los derechos humanos, respetando el carácter civil y, también, protegiendo a las Fuerzas Armadas, que se lo merecen, para que puedan actuar con legalidad y en un tiempo determinado puedan, como es o como debe ser su cometido, estar pendiente de la necesidad de nuestro país, pero allá en los cuarteles.

Hoy, pues, tenemos una gran cantidad de cosas que se pueden mencionar, pero yo creo que aquí lo que vale la pena destacar de manera muy importante, es lo que se logra: cómo hacemos que este acuerdo, que primero era de unos, sólo de cuatro grupos parlamentarios, pueda trascender y lograr. ¿Saben por qué?, por la razón, por lo que decíamos, por la política de altura.

Y aquí yo quiero reconocer la participación y la disposición del senador Ricardo Monreal, en donde estuvo a la altura que necesitaba este país, porque es fácil tener una mayoría y aplicarla, pero también es bien complicado, muy complicado el poder recuperar cosas que vienen de otras fuerzas políticas e incluirlas en un dictamen para bien de nuestro país. Y eso fue lo que pasó y lo reconocemos, porque sabemos que no es nada sencillo.

Y así como ahora se logró esto, yo quisiera, de verdad, porque está la Ley de la Guardia Nacional, la del Uso de la Fuerza, todas las que se necesita trabajar sobre ellas a partir de este documento, que pudiéramos igual que ahora darnos el tiempo necesario, porque son de una importancia suprema para que puedan encontrar y recoger todas aquellas aportaciones que podamos contribuir desde todas las fuerzas políticas de este país. Esa es una petición respetuosa, para que lo podamos hacer así.

Se establece en los transitorios cuáles son los mínimos de la ley, que no nos quedemos con eso, que vayamos en el acuerdo, en el consenso amplio a lograr no lo mínimo, lo máximo posible entre todos como ahora, y ojalá de manera unánime. México lo reclama y no quiere pleito, lo que quiere son soluciones y eso es lo que estamos dispuestos en el PAN, y entiendo que los demás partidos, a ofrecer para lograr cosas buenas para nuestro país.

Quiero también, por último, decirle al señor presidente de la República, desde aquí un mensaje.

Hace unos días hizo mención y decía: “el PAN está en contra de la Guardia Nacional”, eso no es así Presidente. El PAN está a favor de todo lo que le convenga México y estábamos a favor de una Guardia Nacional, estábamos y estamos, como lo vamos probando, a favor de una Guardia Nacional que le sirva él, le convenga al presidente, pero que también le convenga a los ciudadanos.

Y en eso hoy y siempre, en esas causas que sirvan a México, va encontrar sin regateos el apoyo de Acción Nacional. Téngalo seguro señor Presidente, así es y así será.

También quiero reconocer a quienes hicieron posible de inicio este documento que hoy será, dentro unos minutos, ya instrumento aprobado, a los coordinadores de los grupos legislativos, de los cuatro, a los senadores que ahí estuvieron trabajando, a muchas personas que ayudaron en la parte técnica que de repente no se mencionan y que son los que estuvieron ahí; varios abogados que permitieron que esto pudiera transitar para ponerse en blanco y negro.

Y, por último, quiero concluir diciendo que sí es verdad que se pudo, que sí es verdad que se logró, que lo logramos todos, ojalá de verdad éste sea el inicio de muchas coincidencias en esta Cámara.

Al final, estimados senadores y senadoras queremos todos lo mismo, queremos que a México le vaya bien, igual que lo quieren la inmensa mayoría de los mexicanos en nuestro país.

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