Escrito por: Juan Fernando Espino Rubio

Hace algunas semanas me encontraba revisando mis redes sociales y fue precisamente en Twitter donde observé una foto que llamó mi atención: una señora de aproximadamente sesenta años, vestida de manera casual con pantalones de mezclilla y una blusa crema con chamarra del mismo color; al fondo se observaba  una camioneta Jeep Wrangler estacionada al lado de un carrito de comida callejera. Se podrán preguntar ¿qué tiene esta imagen de novedoso, llamativo o inquietante? El verdadero elemento que logró captar mi atención fue un arma de fuego tipo escuadra, la cual sobresalía del pantalón de la señora, misma que de acuerdo con el usuario que compartió la imagen se llama Lucía Trasviña y es integrante del Senado de la República por Morena en representación de los intereses de Baja California Sur.

Esta semana revivió la polémica, la legisladora en cuestión apareció en los medios señalando que la imagen era un montaje. Dicen los que saben (aunque no hace falta ser un experto) que esta foto es auténtica, e incluso Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en un acto de aceptación tácita sobre la veracidad de la misma, se pronunció al respecto llamando la atención de la legisladora mediante las siguientes palabras;  actuar con responsabilidad es cuidar todo, sus conductas, su propia vida; ya no es cualquier ciudadano. No representamos a un grupo, no representamos a una facción, representamos a un estado, representamos a la sociedad y por esa razón todos tenemos que actuar con mucha responsabilidad”.

A partir de esto, me di a la tarea de investigar un poco más respecto a la mujer en cuestión. En una ficha de información compartida en la red por el Instituto Nacional Electoral, pude encontrar que dentro de sus razones para ocupar un cargo público se encontraban construir mejores condiciones de vida y de hacer política en México, teniendo como base una ideología de “cero corrupción y cero impunidad”, pero ¿acaso no es impune una persona que se pasea de manera despreocupada por la calle con un arma de fuego fajada a la cintura y que además comparte la imagen en sus redes sociales?, porque aunque le sorprenda, el colmo del asunto es que de acuerdo con el periodista Ignacio Lozano, la propia Senadora publicó la imagen en su cuenta de Twitter. Como suele suceder en estos casos, la servidora pública eliminó la instantánea una vez que comenzó a ser viral, acción que no sirvió de mucho pues para ese momento el elemento gráfico ya estaba en manos de distintos usuarios que se encargaron de compartirlo.

En este sentido, en los últimos meses hemos sido testigos de una debacle por parte de la clase política mexicana perteneciente a cualquier partido político en los distintos estados de la República (hay excepciones), no solo hemos visto legisladores quebrantando la ley y presumiéndolo de manera orgullosa como en este caso, también hemos observado acusaciones de corrupción en contra de funcionarios que pertenecieron a las más altas esferas de la administración pública federal anterior. De igual manera, hace algunas semanas pudimos observar a un Gobernador burlándose de integrantes de los medios de comunicación en uno de los estados donde la violencia contra este gremio es constante; presenciamos  cómo el país ardía en llamas mientras los encargados de la administración pública solo se ocupaban en señalar como responsables de estos sucesos a administraciones anteriores en lugar de actuar; atestiguamos medidas erróneas en áreas fundamentales para el bienestar social, como los recortes en el sector salud, de investigación y de seguridad. Finalmente, en el pasado proceso electoral, tuvimos la participación de candidatos que no sabían ni leer (véase el caso de los contendientes a la presidencia municipal de San Francisco de los Romo, Aguascalientes).

Más allá de debatir sobre la necesidad de que existan o no los partidos políticos, considero que lo verdaderamente toral en el contexto actual es saber qué métodos están emprendiendo los mismos para la formación y posterior selección de los candidatos que llegado el momento habrán de representar los intereses de los mexicanos.

¿Por qué cada proceso electoral los partidos políticos nos han malacostumbrado a ver las mismas caras y propuestas obsoletas en la televisión, lonas y ahora también en las redes sociales?

Peor aún ¿por qué cuando vemos rostros nuevos, se caracterizan por una poca o nula preparación, falta de energía, honestidad y capacidad para proponer soluciones creativas antes los retos nuevos que se presentan en la sociedad?

¿Por qué es cada vez más común que nos representen individuos con comportamientos incongruentes como el de la Senadora?

Sin duda alguna, considero que una posible salida a esta obsolescencia de ideas, comportamientos y forma de hacer política,  son los jóvenes, a partir de los cuales se requiere una reestructuración de los partidos políticos, así como la inclusión de candidatos verdaderamente ciudadanos, como lo fue el caso de Enrique Cárdenas en Puebla, debido a que se le da un nuevo aire a la política.

Respecto al tema específico de los jóvenes, no son tomados en verdadera consideración por estas instituciones de interés público, debido a que en la mayoría de ocasiones los utilizan en las épocas electorales para entregar volantes, golpear a los opositores de manera poco objetiva en redes sociales, o lo que es peor, como porristas, repartiendo aplausos y frases chuscas en aparente muestra de apoyo al candidato en turno, mientras éste último, arriba de un templete, muestra un nulo conocimiento  de lo que verdaderamente ocurre en el contexto nacional (por lo menos así sucede en la mayoría de los casos), desperdiciando de esta manera experiencias distintas y visiones nuevas que un joven puede proporcionar, en un país en el cual se están presentando retos cada vez más grandes en temas de cambio climático, inseguridad, corrupción, violencia de género, discriminación, etc., problemáticas ante las cuales se requieren más que aplausos (como los que le dieron hace una semana a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México ante la presión por el asesinato de Norberto Ronquillo, en lo que parecía un evento de campaña), se necesitan individuos que tengan no solo cierta preparación académica, sino también ideas nuevas y un verdadero sentido humanista.

Jfernandoesru22@live.com.mx

Twitter: @JUANFERESPINO

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