A diez días de las elecciones, la tensión dentro del Partido Acción Nacional (PAN) ha escalado tras las declaraciones de Max Cortázar, ex vicecoordinador de la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez. Cortázar ha pedido la renuncia del presidente nacional del PAN, Marko Cortés, atribuyendo los malos resultados electorales a su gestión.

En una entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, Cortázar destacó el esfuerzo y compromiso de Gálvez durante la campaña, pero admitió que los recursos fueron insuficientes. «Se hizo lo que nos alcanzó hacer», señaló, subrayando la necesidad de una autocrítica profunda dentro del partido.

Marko Cortés, por su parte, respondió en el mismo espacio informativo que la dirigencia del PAN se renovará poco antes de octubre, asegurando que el proceso será balanceado. «Va a ser un tiempo medio que nos permita renovar las dirigencias nacionales y estatales», afirmó, garantizando que se respetarán los estatutos del partido.

Cortázar también criticó la administración de los recursos durante la campaña, indicando que el PAN fue el principal administrador y que hubo problemas financieros significativos. «No había dinero suficiente para playeras, gorras, ni para municipios ni para alcaldías», reveló.

Además, mencionó que el tiempo cedido en spots publicitarios fue limitado y cuestionó la visibilidad de los candidatos del partido en comparación con los dirigentes. «No sé si el PAN decidió poner los recursos en otro lado o en otras candidaturas, eso es algo que tendrá que explicar Marko Cortés», añadió.

En respuesta, Marko Cortés defendió la distribución de los spots, indicando que el 67% de estos fueron asignados a Gálvez, lo cual consideró un porcentaje alto. «El convenio de coalición era que el 50% de los spots se entregaran a la candidatura presidencial y nosotros entregamos el 67%», explicó. Cortés argumentó que el problema radicó en la efectividad de los spots, más que en la cantidad.

La situación se complicó aún más cuando 13 gobernadores del PAN exigieron en un documento público que la sucesión del presidente nacional no se adelante sin un proceso abierto a la ciudadanía, señalando que los resultados de las elecciones enviaron un mensaje claro: “cambias o te vas”.

A pesar de la presión interna, los líderes nacionales del PAN y del PRI, Marko Cortés y Alejandro Moreno, han descartado renunciar a sus cargos, a pesar de la victoria aplastante del partido oficialista en las recientes elecciones.

La crisis interna en el PAN refleja una profunda necesidad de reflexión y ajustes estratégicos para reconectar con el electorado y enfrentar los desafíos futuros.