Un jarrón maya antiguo, con más de 1,200 años de edad, fue encontrado en una tienda de segunda mano en Clinton, Maryland, Estados Unidos, y devuelto a México después de una serie de acontecimientos que comenzaron en 2019. Anne Lee Dozier, quien trabajaba para un grupo de derechos humanos en América Latina, adquirió el jarrón por apenas cuatro dólares. Dozier explicó que lo compró pensando que sería un bonito recuerdo de México.

La historia tomó un giro inesperado cuando Dozier notó en 2024, durante una visita a la Ciudad de México, que los jarrones en el Museo Nacional de Antropología e Historia de México se parecían sorprendentemente al suyo. Decidió consultar con un funcionario del museo, quien le aconsejó contactar a la embajada mexicana en Washington a su regreso. Siguiendo este consejo, Dozier envió fotos y dimensiones del jarrón a la embajada.

Después de una evaluación, se confirmó que el artefacto era auténtico y de origen maya, datando de entre los años 200 y 800 d.C. «Recibí un correo electrónico que decía: ‘Felicitaciones, es real y nos gustaría recuperarlo'», relató Dozier.

El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, explicó que el jarrón pertenece al período clásico maya, entre los siglos II y VIII d.C. Dozier expresó su satisfacción al haber contribuido a la repatriación del objeto: «Pero también quiero que salga de mi casa porque tengo tres hijos pequeños y me habría preocupado mucho si después de dos mil años fuera yo quien lo dañara».

Dozier compartió su deseo de que el jarrón regrese a su lugar de origen y pertenezca adecuadamente a su cultura. Ella había encontrado el jarrón en la tienda de segunda mano 2A mientras buscaba artículos de liquidación, recordando: «Cualquiera de mis hijos podría haberlo tirado al suelo accidentalmente mientras jugaban». Afortunadamente, el jarrón sobrevivió intacto hasta que Dozier reconoció su posible valor histórico.

Dozier, quien ha trabajado anteriormente en la defensa de los derechos humanos con comunidades indígenas en México, se sintió honrada de haber desempeñado un papel en la repatriación de este valioso objeto. «Los derechos humanos también se extienden a la cultura y la historia», afirmó en una declaración preparada durante la ceremonia.

Los artefactos serán embalados cuidadosamente y enviados al Museo de Antropología para un análisis final, asegurando que la historia y la cultura maya sean preservadas y valoradas adecuadamente para las futuras generaciones.

Este gesto de Dozier subraya la importancia de preservar el patrimonio cultural y respetar las raíces históricas. «Ella reconoció que todo un país, toda una cultura, se preocuparía por esto y estamos profundamente agradecidos con ella», enfatizó Moctezuma Barragán.

Durante la ceremonia de entrega del jarrón al embajador mexicano en Washington DC, Dozier consolidó su contribución a la preservación del patrimonio cultural maya. «Es muy significativo reconocer que algunas cosas, especialmente con tanto valor histórico y cultural para un país y su gente, realmente no se pueden valorar en términos monetarios», comentó Dozier.

Moctezuma Barragán agradeció profundamente el gesto de Dozier: «Cuando tienes raíces fuertes, las conoces y las honras», afirmó el embajador.