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Lesiones, enfermedades y la edad pueden minar la confianza de los mejores atletas, incluso de leyendas como Federer, dueño de 17 títulos de Grand Slam, y Williams, campeona de siete majors, quien batalla con una enfermedad diagnosticada en 2011 que le provoca fatiga.
«Tengo mucho que ofrecer, tengo mucho que aportar al deporte. Siento que todavía me queda mucho tenis», dijo Williams cuando le preguntaron por qué no se retiró cuando le diagnosticaron la condición que también provoca dolor en las articulaciones.
«Cuando me siento así, continúo. Es una emoción tener la oportunidad de competir al máximo nivel».
La estadounidense de 36 años derrotó el martes 6-4, 7-6 (3) a Anastasia Pavlyuchenkvoca, para convertirse en la tenista de mayor edad que alcanza las semifinales en Melbourne Park en la era de los abiertos. Su próxima oponente será su compatriota CoCo Vandeweghe, quien despachó 6-4, 6-0 a Garbiñe Muguruza en la otra serie de cuartos de final.
Williams disputará su 21ra semifinal de un Grand Slam, aunque su primera en 14 años en el Abierto de Australia.
Por su parte, Federer regresó a la cancha tras una baja de seis meses por una cirugía de la rodilla izquierda. El martes, el suizo de 35 años arrolló 6-1, 7-5, 6-2 a Mischa Zverev, el jugador que eliminó al favorito Andy Murray hace dos noches.
Su oponente en semifinales será Stan Wawrinka, el suizo que conquistó su primer major hace tres años en Australia, y que venció 7-6 (2), 6-4, 6-3 a Jo-Wilfried Tsonga.
Federer ganó los cinco primeros games en 12 minutos, y encaminó un triunfo sin complicaciones para disputar su 41ra semifinal de un Grand Slam, y 13ra en Melbourne Park.
La leyenda suiza confesó que ni siquiera soñaba con llegar a estas alturas del torneo.
«Mi gran duda en esta etapa tan prematura de mi regreso (de la lesión) era si podía ganar partidos consecutivos al mejor de cinco sets contra oponentes de primer nivel, contra grandes jugadores», comentó. «Sentía que podía ser peligroso cualquier día en cualquier situación. Pero obviamente a medida que avanza el torneo, quizás me fuese quedando sin energía».
«Es una tremenda sorpresa para mí estar en las semifinales, sintiéndome tan bien como me siento, y jugando tan bien como estoy jugando».
Otra gran sorpresa en el torneo ha sido Vandeweghe, la 35ta del ranking mundial. Eliminó en la cuarta ronda a la número uno Angelique Kerber, campeona de Australia y el US Open el año pasado, y ahora despachó a la española y actual monarca del Abierto de Francia.
Vandeweghe levantó el único punto de quiebre que encaró en el primer set con un ace, y apenas perdió 10 puntos en la manga que ganó en 28 minutos.
«Una vez agarré impulso en el segundo, me sentí como una locomotora», indicó. «No había forma de detenerme».
Williams no ha perdido un solo set hasta ahora, y ahora apunta a la final en el más reciente capítulo de su resurrección deportiva.
«Es maravilloso empezar el año con este tipo de desempeño», dijo Williams, cuya última semifinal en Australia fue en 2003, cuando perdió la final ante su hermana Serena. «Quiero llegar más lejos».
Williams podría volver a toparse con Serena en la final. La número dos del mundo, que busca su 23er título de Grand Slam, enfrenta el miércoles a Johanna Konta, mientras que Karolina Pliskova juega contra Mirjana Lucic-Baroni.
El miércoles también se definirán las semifinales del otro sector del cuadro masculino, cuando Rafael Nadal enfrente a Milos Raonic y David Goffin a Grigor Dimitrov. Sin Murray ni Novak Djokovic d por medio, existe la posibilidad de otra final entre Nadal y Federer, el gran clásico del tenis moderno.