Foto: Oscar Bolaños/Síntesis

México. El presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo García Alcocer, señaló que el ajuste en el precio de las gasolinas de febrero es un factor necesario para detonar las inversiones en el sector en México, cuyos proyectos para ductos terminales ya están en fase final de planeación.

Al aclarar que el ajuste dependerá de las condiciones del mercado, explicó en entrevista con Notimex que con un precio que reconoce ya esas condiciones y más aún con un precio liberalizado el 30 de marzo (en Sonora y Baja California), los empresarios tendrán los incentivos para empezar a importar, competir y a buscar alternativas en beneficio del consumidor.

De acuerdo con el comisionado presidente, esas señales son las que estaba esperando la industria para arrancar con los procesos de construcción en proyectos relacionados al sector gasolinero.

Refirió que según la Secretaría de Energía (Sener), hay más de 400 permisos otorgados para la importación de gasolinas, lo cual es un muy buen indicador de que hay empresarios con interés de realizar la actividad.

«Con o sin reforma energética por un tema de finanzas públicas, el precio tenía que ajustarse, debido al alza en el precio del petróleo en el mundo y por el tipo de cambio. En febrero va a venir un siguiente ajuste que corresponde a las condiciones que observa en el mercado», precisó.

García Alcocer apuntó que hacia adelante de la liberalización de los mercados, como en Sonora y Baja California a partir del 30 de marzo, habrá precios determinados por la oferta y la demanda.

Por ejemplo, expuso, en mercados liberalizados los precios se mueven significativamente, ya que puede haber una diferencia de un dólar por galón en una temporada a otra, pero esto depende de la oferta y la demanda. Es decir, “los precios van empezar a fluctuar no sólo para arriba, también para abajo», argumentó.

De hecho, consideró como ventaja para México estar junto al centro refinador más grande del mundo, Estados Unidos, donde hay excedentes de producción debido a que hay un gran volumen de petróleo que necesite una salida y una alternativa es procesarla en gasolina.

El presidente de la CRE afirmó que el año pasado se dieron permisos para 637 gasolineras nuevas, que implican cada una un millón de dólares de inversión, aun cuando no se tenía todo el rompecabezas armado de la liberalización.

«Lo que prevemos es que nos próximos tres años se pueda a estar dando esta inversión, los proyectos más grandes relacionados a ductos y almacenamiento están corriendo en sus fases finales de planeación para empezar la construcción», agregó.