Foto: Víctor Hugo Rojas/Síntesis
Con el ingreso de dos salarios mínimos en una familia de cuatro integrantes, resulta imposible cubrir el costo de la canasta básica alimentaria y más aún si es en Puebla, ciudad que de acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Inteligencia e Investigación Económica (CIIE) de la UPAEP, es la quinceava más cara del país para vivir, pero dentro de uno de los estados con mayor número de pobres a nivel nacional.
La canasta básica alimentaria es un parámetro muy importante, porque a partir de ahí y de los individuos que no puedan cubrir su costo, se define cuál es la población que está en pobreza, determinó doctor Alfonso Mendoza Velázquez, director del CIIE de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), y dependiendo de cuantas carencias más tengan, se determina si la situación es de pobreza extrema.
Dado que no hay un organismo que determine esto por ciudad, como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que se encarga de la medición de pobreza en México a nivel nacional, expertos del CIIE han desarrollado una metodología propia para medirla a partir de la canasta básica en Puebla, integrando a 46 de las principales ciudades del país, tomando costos y números hasta diciembre de 2016.
Para empezar el estudio determinó que Puebla es una de las entidades con mayor número de pobres a nivel nacional a pesar de que de 2012 a 2014 se redujo la pobreza extrema en uno por ciento y que la población en situación de pobreza moderada creció 13.50 por ciento en el mismo periodo. Y mientras aquí la canasta básica cuesta mil 392.61 pesos por individuo, a nivel nacional se arroja un costo de mil 369.67 pesos.
Entonces para un solo individuo que hasta diciembre de 2016 percibía un sueldo de 2 mil 191 pesos, resulta imposible mantener a una familia con cuatro miembros, pues la suma por todos es de 5 mil 570 pesos y aun trabajando dos miembros, solo sumarían 4 mil 382 pesos, cifra que también resulta insuficiente para cubrir el costo de las necesidades primordiales del ser humano, más transporte y otros elementos de consumo diario.
A pesar de que Puebla cerró 2016 con una inflación anual de 3.25 por ciento, menor que la nacional de 3.36, si se comparan datos de diciembre de 2010, resulta que esa misma familia de cuatro integrantes con dos salarios mínimos podía adquirir el 80 por ciento de la canasta básica y en diciembre de 2016, solo alcanzó el 63 por ciento, por lo que concluyó que durante el gobierno de Rafael Moreno Valle (2010-2016), el poblano perdió poder adquisitivo.
De los incrementos en la canasta básica alimentaria alrededor del gasolinazo, dijo el experto, se podrá estar hablando en la primera quincena de febrero.