Por estos días llega a la Casa Blanca un nuevo inquilino y lo mismo pasa en Casa Puebla. ¿Qué relación pueden tener ambas situaciones para nuestras organizaciones en el ámbito local? Una de las preocupaciones irrenunciables del directivo es el monitoreo permanente del contexto que tiene influencia en la operación de su organización, con el propósito de generar escenarios que le permitan tomar las decisiones que garanticen la continuidad a través del tiempo.
Los cambios a los que se hace referencia anteriormente, aunque tienen impactos diferentes en nuestras empresas, motivan a identificar los cambios que es necesario propiciar en los diferentes procesos de mercado, manufactura, financieros o de personal. En el ámbito internacional y debido a la importancia económica de la industria automotriz en la región, es innegable que se esperan ajustes en el flujo de exportaciones y en la demanda de suministros para las plantas armadoras mientras se terminan de tomar decisiones de inversión o no en nuestro país por parte de las principales firmas norteamericanas.
En lo que se refiere al ámbito local la finalización de un sexenio de alternancia en el gobierno estatal y la etapa para lograr la coincidencia de los períodos de votación con un gobierno estatal de transición, cambia la dinámica del gasto público y es de esperarse meses de austeridad en la generación de obras de infraestructura y de cautela en lo que se refiere a inversión privada en espera de los tiempos políticos del 2018, con su consecuente impacto en las cadenas de suministro de empresas proveedoras del gobierno y prestadoras de servicios relacionadas.
Se hace necesario entonces plantear estrategias que aprovechen esta coyuntura de manera proactiva mediante ejercicios de innovación que identifiquen mercados y servicios alternativos que alejen de la dirección de las empresas la idea de recortes de personal, paros técnicos, posposición de proyectos de inversión o inclusive procesos de desinversión. Deben evitarse situaciones en las cuales la parálisis empresarial se convierta en un proceso irreversible que impida el relanzamiento de las operaciones cuando las condiciones del entorno se tornen favorables. El acompañamiento de un experto externo en temas de planeación estratégica puede ser de utilidad para estos momentos.
El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.
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