Víctor Hugo Rojas/Síntesis

Ninguna autoridad debe lesionar el derecho al agua en todas las comunidades, pues es una garantía universal y constitucional, consideró Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Luego de presentar su libro “Cárdenas por Cárdenas”, obra bibliográfica de su padre, Lázaro Cárdenas del Rio y presentado en el salón Barroco de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), comentó que el servicio del vital líquido debe de ser público y manejado fundamentalmente por las autoridades o en todo caso por las comunidades que utilizan el servicio, pero en ningún caso por una empresa de carácter privado.

“Tendría que garantizarse desde luego el acceso al servicio del agua potable, es fundamental para cualquier comunidad chica o grande, para cualquier persona o para cualquier familia; en ese caso si eso esta garantizando y el servicio se presta en condiciones de equidad, esto es lo que habría que exigir a los diputados”, comentó en entrevista.

A su vez comentó que su proyecto por México el cual dijo, es un movimiento que encabeza a nivel nacional y busca construir una mayoría social para cambiar las condiciones del país por ser injusta e insatisfactoria debido a la pobreza que existe y la nula existencia de trabajo formal para millones de mexicanos.

Sentenció que el país vive un retroceso de casi 40 años de políticas neoliberales donde la dependencia económica y política del país, debe revertir la reforma energética por ser consideradas contrarias a las mayorías.

Sobre la nueva ley del trabajo que se aprobó en San Lázaro, donde el patrón puede descontar el 50 por ciento de su sueldo al día a quien se ausente por enfermedad, destacó que se debiera revisar por ser tema de los legisladores para no limitar los avances de los trabajadores y luchar por que las condiciones laborales de mejoren.

También destacó que se debe hacer un reclamo enérgico por parte del gobierno de la República ante las amenazas cumplidas por la Unión Americana sobre la deportación y dijo no tener una opinión fija, si el presidente Enrique Peña Nieto, se comporta “blandito” ante el recibimiento de funcionarios extranjeros en nuestro país.