Los millennials son los hijos de los baby boomers, desde ahí hay un choque generacional enorme, pues los primeros están acostumbrados a la inmediatez que da la tecnología, a diferencia de los segundos que lucharon incluso por sus derechos y para quienes la felicidad representaba estar en una empresa por 40 años y conseguir placenteramente una jubilación.

A través de once capítulos, Jill Begovich desmenuza en “Yo, millennial” a esta generación que tiene otro concepto de felicidad, este es alrededor de lo que les satisfaga en el momento. La egresada de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México estuvo en la Ibero Puebla presentando el texto en el marco del simposio «El impacto de las redes sociales y la salud» que organiza el departamento de Ciencias de la Salud.

De la política al amor, de la educación al marketing, de la ciencia a la religión, “Yo, millennial” confirma que no hay un solo aspecto de nuestras vidas que esté a salvo de la fuerza de internet, aunque destaca la autora, que hay millennials nativos tecnológicos y otros que en el proceso se fueron haciendo.

Aclaró esta generación es de los nacidos entre el años 1983, hasta principios de los 2000, aunque hay quienes afirman que es un rango más amplio que va desde los nacidos en el 79. Los millennials son también la generación Peter Pan, una a la que le encanta prolongar ese paso de la adolescencia a la adultez lo más posible.

También son chicos que no responden al compromiso y van brincando de un trabajo a otro, y no quiere decir que esté mal, ya que los grandes líderes tecnológicos apuntan que hay que moverse de un lado a otro para aprender. También tienen bien trabajado el concepto de qué los hace felices, aunque son unos narcisistas sin control, que quieren todo picadito y en la boca.

En el libro, Begovich apunta que la generación millennial nació en una concepción de derecho, es decir, que todo lo que tienen es porque tienen derecho a tenerlo.