Como siempre lo hemos sostenido respecto de la vulnerabilidad de los periodistas, existen dos fallas gravísimas para poner frenar los homicidios, las desapariciones forzadas y demás agravios a los informadores, sus familiares, sus amigos y los humildes trabajadores de prensa; tales situaciones vuelven a significarse con el asesinato del periodista guerrerense, Cecilio Pineda Brito.

Las mismas autoridades nos dan la razón: ante el escandaloso homicidio número 262, cometidos por los enemigos de las libertades primarias, primero la Procuraduría, ahora sí de inmediato, atrajo el crimen y la Secretaría de Gobernación aceptó que la víctima no contaba con medidas cautelares no obstante que antes había sufrido un atentado similar del que salió ileso.

Llevamos años exigiendo que los delitos contra las libertades de prensa expresión se les federalice, mientras continúen en el ámbito del fuero común, seguirá subsistiendo el fenómeno que propicia el imperio de la vergonzante impunidad.

Desde que se creó, en el sexenio calderonista, hemos sostenido que algo y muy grave está fallando en el Mecanismo de Protección para personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas. También en este caso la propia Secretaría de Gobernación nos da la razón.

Como lo expusimos en nuestra Red social -inmediatamente después del homicidio de Cecilio Pineda Brito y en el Comunicado Conjunto del Gremio Periodístico Organizado de México, el colega “ya había sufrido un atentado, también a balazos, del que afortunadamente salió ileso. El viernes 17 de septiembre de 2015, el reportero alcanzó a huir de un hombre armado que se introdujo a su domicilio la noche de ese día, entonces residía en Coyuca de Catalán.

En un boletín, la dependencia informó que en 2015 ofreció protección al periodista Cecilio Pineda Brito, asesinado en Ciudad Altamirano, Guerrero, el 2 de marzo pasado, a través del Mecanismo mencionado. Sin embargo, en varias ocasiones no pudo contactarlo y, cuando fue posible, el comunicador respondió que no podía trasladarse a un refugio.

Otra información nos hace saber que “fue hasta el 13 de octubre de 2016, que el Mecanismo contactó nuevamente al periodista para informarle de una segunda evaluación de riesgo, en la cual, un día después, el 14 de octubre, le dijeron que concluyó su caso “en virtud de que no se identificó riesgo” para él”.

Existe en algún cajón de los olvidos del Poder Legislativo nuestra Iniciativa de Ley para la Federalización de los Delitos Contra las Libertades de Prensa y Expresión, misma a la que el actual presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl González Pérez le dio contenido jurídico. Es más, ahora hasta al alto funcionario abandonó su compromiso con los informadores.

Sería más que saludable, indispensable, que el Secretario de Gobernación. Miguel Osorio Chong, que sabemos es un funcionario sensible, iniciara una investigación y un análisis profundo del Mecanismo de Protección, ya que no es posible admitir que cuando un periodista, por motivos de salud, no acepte un albergue de seguridad, sin más, se le retiren las medidas cautelares a las que tenía derecho con el lamentable resultado lúgubres. Un periodista más asesinado, con el que renovamos nuestras exigencias de justicia.

 

Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx