Parejas sentimentales o ex parejas continúan siendo los principales responsables de violencia de género, así lo revelan estadísticas del Centro de Justicia para Mujeres (CJM) de Hidalgo.

Desde 2014 en que abrió el centro a la fecha, 8 mil 825 mujeres recibieron atención por primera vez, de las cuales, 5 mil 101 señaló a su esposo, ex esposo, concubino, ex concubino, novio y ex novio como su agresor.

De acuerdo con Margarita Cabrera San Román, directora del CJM, la violencia se ejerce para controlar a la persona, se trata de un patrón que se reproduce en el seno familiar y está “naturalizado”.

Tan solo en este año 248 de 521 atenciones de primera vez se relaciona a violencia de la pareja; y en 175 casos las mujeres señalaron a su cónyuge o concubino; 64 a su ex pareja o ex cónyuge y 9 a su novio o ex novio.

Durante 2016, el centro brindó atención a 3 mil 675 mujeres, de las cuales, 2 mil 402 identificaron a su esposo, concubino o novio como generador de violencia.

La situación se repitió en 2015, cuando 2 mil 641 mujeres indicaron violencia de parte de su pareja sentimental, de 3 mil 859 atenciones que brindó en ese año el Centro de Justicia.

Entre el 27 de noviembre y el 31 de diciembre de 2014, año en que empezó a operar esta institución, 127 mujeres de 770 señalaron a sus parejas o ex parejas como los artífices de violencia.

En el resto de los casos, según datos del CJM, las mujeres señalaron al padre, hermano, hijo, jefe, tío, compañero de trabajo, vecino, suegro, maestro, sobrino y ex jefe.

24 años de violencia 

Como otras 5 mil 100 mujeres que fueron atendidas entre noviembre de 2015 y febrero de este año, Mariana, quien usa un alias a fin de mantener su anonimato, vivió violencia económica y psicológica durante 24 años que duró su matrimonio.

Con 51 años, tres hijos y un divorcio que la dejó sin ingresos económicos, regresó a vivir a Pachuca motivada por los recuerdos de una infancia feliz.

En un intento por reiniciar una relación, se encontró con un hombre alcohólico que terminó por abandonar huyendo del círculo de violencia que ya había vivido.

Buscó ayuda en el Centro de Justicia para Mujeres en agosto de 2016, después de participar en talleres de empoderamiento inició un negocio de manualidades junto a otra mujer que también recibía atención en este centro.

El testimonio de Mariana fue entregado al diario por el CJM a fin de informar resultados del acompañamiento, debido a que el único parámetro que permite medir los resultados es a través de los cursos y atenciones para el empoderamiento.