Resumir en cinco minutos todos los males que aquejan al mundo y nos hacen enfrentarnos a una nueva etapa crucial tiene su mérito: Lyu Fan, embajador de la República Popular China en España, se atrevió a meterse en dicho vericueto dado que “nos encontramos en una encrucijada histórica”.

A la sazón, los problemas resumidos por el diplomático pasan por: 1) Depresión en la economía mundial. 2) Gran disparidad entre ricos y pobres. 3) Aumento del descontento del pueblo. 4) Globalización de conflictos geopolíticos. 5) Amenazas terroristas. 6) Crisis de refugiados. 7) Barreras de proteccionismo. 8) Frenado en el proceso de la globalización y la integración regional; entre otros más.

Fan no quiso entrar al trapo de otro tipo de roces y prefirió obviar que las tensiones geopolíticas tienen mucho que ver con los movimientos en el ajedrez militar y en las posiciones estratégicas en los sistemas de defensa y los modernos escudos como el THAAD (Terminal High Altitude Area Defense).

El despliegue de este escudo antimisiles en Corea del Sur desborda un conflicto que amenaza con escalar debido al descontento de Rusia, China, Irán y Corea del Norte porque consideran inquietante y hasta beligerante que Estados Unidos prosiga con sus intenciones militares de instalarlo a 70 kilómetros al sur de Seúl.

El THAAD que podría estar listo en el próximo mes de abril ha elevado la temperatura geográfica en el mar de Japón y el mar Amarillo, sin soslayar que además, ya hay disputas añejas por las islas Kuriles.

El embajador chino no abordó ninguno de estos temas álgidos que cortocircuitan la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte ante la mirada abochornada de Rusia, Irán y China. Más bien aprovechó su participación en el foro “China y el liderazgo del nuevo orden mundial” para defender una aldea global cobijada con una sábana multipolar.

La misma multipolaridad que también esgrimió Alfonso Dastis, ministro de Exteriores de España, para reubicar el eje concomitante de fuerzas múltiples compartido con Estados Unidos, la Unión Europea (UE), China, India o Japón.

Para Dastis, de entre todos los males actuales, le llama poderosamente la atención la proliferación nuclear “porque es lo más grave”. Desde luego que para el canciller español, Corea del Norte y su desarrollo nuclear y balístico, son de preocupación global, al tiempo que consideró que el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca representa una excelente oportunidad para “buscar una más y mejor Europa”.

 

A colación

Hace poco Mario Vargas Llosa desmenuzó con arte la diferencia entre el comunismo y el populismo de nuestros días, argumentando en su editorial publicado en “El País” que “China Popular se transformó en un régimen capitalista autoritario”. Para el escritor peruano los únicos residuos comunistas son Cuba, Corea del Norte y Venezuela.

China ha resultado el taladro para romper el añejo paradigma defendido a ultranza por Estados Unidos, ese mismo que enarbola como bandera el binomio del capitalismo y la democracia; dos eslabones indivisibles que curiosamente la economía china ha echado por los suelos.

¿Qué diría Marx, Lenin o Mao de saber que hoy en día el maxicapitalismo se cocina en China y que hasta los más rojos salen aviesos defensores del libre mercado y la globalización?

¿Es China un régimen capitalista autoritario o es más bien el triunfo del socialismo de mercado lo que demuestra que si liberalizas la economía pero maniatas a la gente se puede tener resultados? ¿La mano dura para trabajar, gestionar y administrar?

El gigante asiático que cuenta con una población exorbitante de más de 1 mil 350 millones de chinos, en las últimas décadas ha emprendido una serie de reformas sobre todo para desregularizar y liberalizar a la economía en diversas partes de su proceso productivo; le entraron con mucho más lentitud al tema de la propiedad privada pero al final se ha permitido que las nuevas fortunas, las nuevas oligarquías, estén cerca del Yangtsé.

La noticia que Lyu Fan compartió en el foro al que asistí tiene que ver con que a finales de este año el Partido Comunista de China convocará su XIX Congreso Nacional marcado por una dinámica agenda política. Hay vientos para una reforma más y será política, para un actor vivaz que sabe que tiene en sus manos desbancar definitivamente a Estados Unidos del eje concéntrico de un unilateralismo que ha engordado arbitrariamente al policía del mundo. Bienvenida la multipolaridad…

 

@claudialunapale