No hay más que sumergirse en el ciberespacio, en los archivos personales, en los que guardan bajo llave algunos partidos, o en los que conservan los medios, para evidenciar la incongruencia de algunos políticos poblanos.

Políticos que regularmente son los protagonistas de los escándalos públicos más vergonzosos.

Políticos, por supuesto, que merecen el escarnio público por incongruentes, bocones y desmemoriados.

Políticos que no deberían ostentar cargos gubernamentales.

En Puebla, hay que subrayarlo, hay muchos ejemplos de éste animal político.

En los últimos días -por la carrera electoral del 2018- se han sumado a la larga lista de políticos incongruentes en Puebla, particularmente, muchos personajes de doble moral.

Políticos que por mantenerse vigentes en el poder son capaces de vender su alma al diablo.

Políticos que duermen, de madrugada, con su pijama de un color partidista y despiertan, al día siguiente, con el corazón teñido de otra fuerza política.

Son varios los ejemplos del político incongruente poblano.

Allí está el senador Luis Miguel Barbosa Huerta, amo y señor del PRD poblano desde hace ya muchos años.

A Barbosa debería darle vergüenza impugnar su remoción como coordinador del grupo parlamentario del PRD en el Senado.

Es inconcebible que se enterque en asumir la postura de traidor oficialista, es decir, de un político incongruente que pertenece a un partido pero que trabaja para otro.

Es como ser poblano pero odiar a tu propio estado.

Alejandra Barrales Magdaleno, dirigente nacional del PRD, se quedó corta porque debió haber gestionado la expulsión de Barbosa de su partido, no sólo haber cocinado la remoción de la coordinación en el senado.

Porque políticos como Luis Miguel Barbosa son precisamente los que han agotado, terminado y contaminado el actual sistema político mexicano.

Los políticos como el perredista son precisamente aquellos que deben extinguirse como los dinosaurios.

Barbosa de pronto olvidó que él, junto con otros políticos de primera línea en Puebla, apoyó, impulsó y encumbró al ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas (RMV) en el estado.

Él es uno de los responsables de que Moreno Valle llegara a la gubernatura y ocupara Casa Puebla por los últimos seis años.

¿Tan pronto se le olvidó?

Que bárbaro.

Afortunadamente las imágenes hablan por sí solas.

Las fotografías de Barbosa y RMV dicen más que mil palabras.

Evidencian la traición del senador, tanto a su partido como al propio ex gobernador poblano.

¿Cómo podría hoy respetar y apoyar la ciudadanía a un político como Barbosa?

¿A alguien que juega al poder cambiando de camiseta a cada rato?

Que mal se ve la borregada de Barbosa en Puebla, encabezada por Socorro Quezada Tiempo, dirigente estatal del sol azteca, y Eric Cotoñeto Carmona, saliendo en defensa de un incongruente.

El PRD nacional y el de Puebla se caen a pedazos.

Barbosa se aferra a su coordinación en el senado porque ya opera para AMLO.

Su objetivo es desfondar a su partido en lo nacional y en lo local para fragmentarlo.

Lo cierto es que con la remoción de Barbosa como coordinador en el senado la Nueva Izquierda, la corriente de los chuchos, se fortalece.

Otros políticos incongruentes en Puebla son José Juan Espinosa Torres, edil de San Pedro Cholula, y Fernando Morales Martínez, ex militante del PRI.

El primero, es un político que ha pasado de partido en partido; lo mismo apoyó al PRI marinista que al PAN morenovallista para después traicionarlos a ambos.

Por él, también, RMV llegó a la gubernatura del estado.

Hoy está enfrentado a muerte con el morenovallismo y con el actual gobierno del estado sólo porque quiere ser el hombre fuerte de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El JJ llegó al Ayuntamiento de San Pedro Cholula por un partido -Movimiento Ciudadano- y ahora saldrá con otra playera.

Fernando Morales también es uno de los políticos incongruentes.

Y es que siendo priista apoyó al PAN morenovallista.

Recientemente, se anunció su expulsión del PRI, aunque al mismo tiempo él hizo público el documento que demuestra que renunció al tricolor desde al año pasado.

La pregunta del millón en el caso es: ¿Y a Melquiades Morales Flores, ex gobernador del estado, cuándo?

¿O las expulsiones en el PRI sólo se ejecutan por encargo?

Un político incongruente más es el dirigente municipal del PRI, el diputado local José Chedraui Budib.

Porque mientras representa al PRI en el Congreso del Estado al mismo tiempo apoya la causa morenovallista sin cortapisas. Es incluso socio en algunos proyectos y obras impulsadas por el gobierno.

Pero hay muchos más casos de políticos incongruentes.

En el PRD allí están Arturo Loyola González, el diputado Julián Rendón Tapia, el titular del Cobaep, Carlos Martínez Amador; Eric Cotoñeto, en fin, para escribir la lista completa de los políticos incongruentes ni siquiera habría espacio.

Pobres partidos, pobres poblanos.

Hasta cuándo vamos a terminar con esta clase de animales políticos.

Ya es justo, ¿o no?

 

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