El patrón más común de interacción de Vips es con la comida rápida, una firma con 51 años de antigüedad que en el caso de Puebla suma 11 puntos de ventas y 500 empleos permanentes, quienes hoy forman parte de una transformación de la firma en manos de Alsea.

El director de Mercadotecnia de Vips, Alfonso Tinoco, recuerda que Alsea sumó a Vips en 2014, contando con 156 puntos de venta en toda la República Mexicana, así como el objetivo de abrir diez sucursales en diversas ciudades.

A nivel nacional Vips atravesó por un periodo de investigación de mercado, con un proceso de renovación de marca en 2015 y 2016.

Ello permitió su relanzamiento en mayo del año pasado, con base en cuatro ejes de inyección de la cultura Alsea, producto, servicio e imagen.

El proceso implicó la renovación del menú, varias familias de productos, algunos conceptos que habían quedado en el camino como la fuente de sodas, que representa un espacio de muchísima vida, como parte de la experiencia del restaurante, con cafés, helados e incluso bebidas alcohólicas.

“La parte medular de la renovación del producto fue retomar productos memorables, es decir, no te va a sorprender con comidas sofisticadas del extranjero, sino por su calidad, por el antojo del Caldo Tlalpeño, de las Enchiladas, como me lo haría mi abuelita, con comida de calidad, cotidiana y comodable, el confort club”.

La renovación de equipos, de personal con protocolos de atención, de instrumental e imagen, con logos, elementos arquitectónicos, fueron parte de la transformación.

En esta línea de ambiente familiar de Vips se crean espacios como si fuera una casa, es decir, espacios de encuentros amables y bulliciosos, más privados como la sala o terrazas, incluso en el caso de la sucursal del Centro Histórico Puebla (construido en 1910), que retoma íconos poblanos que quieren hacer el símil de una casa, de un espacio acogedor.

Alimentar el corazón de la comunidad, ser parte de la vida cotidiana, que sucedan momentos de encuentro, de parejas, familias, trabajo, son parte de Vips, una marca con 51 años donde se notaba para bien y para mal sus circunstancias, su necesidad de evolucionar, que ahora cuenta con una oferta de grupos de edades amplísima: “bienvenidos todos”.

De hecho, son dos grupos principales de clientes: el de las familias que se busca que tengan el mejor lugar para niños, con un menú infantil balanceado, con todos los elementos nutrimentales y de calorías, como parte de una responsabilidad social.

Espacios de convivencia, lúdicos, donde los niños comen gratis todos los viernes en compañía de un adulto que consuma 129 pesos, como un pretexto para fomentar la integración familiar.

Asimismo, un segundo grupo es el de los Millenials, una generación distinta, con platillos distintos, una nueva familia de hamburguesas, alitas, cerveza y alcohol.

El Vips Puebla Centro Histórico no será comparable con ningún otro, concluyó Tinoco.