En días pasados tuve la oportunidad de hacer una serie de recorridos por varios centros educativos del municipio en donde platiqué, lo mismo con padres de familia que con ciudadanos que transitan por zonas escolares, para ratificar la necesidad urgente de poner en marcha acciones encaminadas a incrementar la seguridad en las cercanías de las escuelas.
Todos aquellos ciudadanos que además somos padres de familia y que llevamos o mandamos a nuestros hijos a la escuela sabemos que en Puebla existe un rezago en materia de infraestructura y de señalética que contribuya a la seguridad de los estudiantes a las afueras de los centros educativos.
Pero no solo quienes llevamos a nuestros hijos a las escuelas enfrentamos esta situación, sino que también todos aquellos conductores del transporte público y del privado tienen que hacer frente a estas carencias quedando expuestos a provocar un lamentable daño.
Es por ello, que esta misma semana presento ante el pleno del Congreso del Estado de Puebla una iniciativa para que se exhorte a todas las instancias de los 217 municipios de la entidad para que incrementen la infraestructura necesaria que eleve la seguridad, principalmente, de los estudiantes, pero que en realidad está dirigida a salvaguardar la integridad de todos los que transitan en las cercanías de un plantel educativo.
El acuerdo pretende que los ayuntamientos instruyan a sus áreas encargadas de vialidad e infraestructura, para que realicen todas las acciones encaminadas a reforzar la seguridad vial afuera de las escuelas, para lo cual deberán procurar que la circulación sea de preferencia peatonal y en el caso de que no sea posible, reducir la velocidad de los vehículos a 30 kilómetros por hora.
El acuerdo pretende, también, evitar que la ubicación del mobiliario urbano obstaculice la visibilidad y obstruyan el paso y establecer vallas de protección, las cuales deben rodear todo el perímetro del centro educativo.
Se hace el llamado para que se señalicen los accesos a los centros educativos, marcando a los automovilistas que se encuentran próximos a una zona escolar; regular los semáforos a un tiempo variable, a efecto de facilitar la movilidad de los menores; pintar en las calles los pasos peatonales, para que los estudiantes puedan cruzar con total seguridad; dar mantenimiento y limpieza a las aceras ubicadas afuera de las escuelas, para evitar obstáculos que puedan propiciar caídas de los menores.
Con lo anterior se pretende lograr una ordenación vial, movilidad y entornos bajo los criterios preventivos, priorizando la protección de los más vulnerables, los menores, y que tengan capacidad de tránsito o desplazamiento, bajo condiciones de eficiencia, calidad, accesibilidad y seguridad, esto es, movilidad urbana.
Lo anterior, no corresponde a una idea aislada, improvisada o de circunstancia. Más bien, encuentra su fundamento en la obligación de las autoridades de todos los órdenes de gobierno del país de implementar acciones encaminadas a garantizar que las personas realicen en condiciones de seguridad, cada una de las actividades que decidan realizar, así como para que tengan acceso a los servicios básicos que el mismo Estado está obligado a proporcionar.
Como ciudadano, padre de familia y como diputado local considero fundamental que sociedad y los diferentes niveles de gobierno trabajen coordinadamente, sobre todo cuando se trata de un tema tan importante y sensible como lo es la seguridad de nuestros hijos.